Más de cien mil girasoles para ahorrar combustible

Carla Elías Martínez
carla elías FERROL / LA VOZ

FERROL

Dos vecinos de Valdoviño fabrican biodiésel para combatir la crisis

17 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La idea partió de un proyecto desarrollado por un vecino de Meirás, Manuel Dopico, que empezó a reciclar el aceite usado para reutilizarlo en su coche. Ahora, otros dos vecinos de la localidad, su tocayo Manuel Dopico e Israel Bogo han comenzado a desarrollar otro proyecto de fabricación de biodiésel para autoconsumo.

Estos agricultores por afición han decidido plantar girasoles para producir aceite, mezclarlo con usado y fabricar combustible reciclado. Un proceso más sencillo para conseguir biodiésel. «Aprovechamos terrenos que no tenían uso, reciclamos aceite usado, no contaminamos y aun encima ahorramos», aseguran. Y es que los impulsores esperan que esta media se extienda en la zona y la gente aproveche tierras en desuso o abandonadas para darles rendimiento.

Israel Bogo es soldador de profesión pero lleva desde los 14 años trabajando en el campo. «Si pudiera viviría de la agricultura pero con el precio del combustible y la crisis, hoy en día es casi imposible», lamenta Bogo. De manera experimental ha plantado una hectárea de su terreno para ver el rendimiento de esta iniciativa pero, si las cosas salen como planea, en los próximos años aumentará la plantación hasta conseguir un completo autoabastecimiento. Su compañero, Manuel Dopico, es ingeniero y utiliza los pocos ratos que le quedan libres para trabajar en el proyecto. Él también prevé cultivar otra hectárea.

Con este proyecto estiman poder reducir hasta la mitad los gastos de combustible para su maquinaria agrícola y los depósitos de la calefacción. «Esperamos cosechar como mínimo mil litros de aceite. Con esta cantidad reduciríamos nuestros gastos en más de un cincuenta por ciento», estiman.

Pero para poder llegar a estas conclusiones, el responsable de la idea ha pasado muchos meses investigando el rendimiento probable de esta planta en tierras gallegas, y comparó los datos de crecimiento y producción de maíz aquí y en plantaciones de Castilla. «Las tierras gallegas son mucho más ricas y productivas. Un girasol en Galicia puede llegar a duplicar el tamaño de uno en Castilla», explica Dopico.

En las próximas semanas esperan haber terminado la plantación de más de cien mil semillas de girasol procedente de Holanda. Hasta septiembre no podrán comenzar con la cosecha y el último paso, prensar las semillas, colarlas y mezclar el resultado con aceite ya usado, se retrasará hasta final de año.