Un refugio ecuestre crece en la antigua batería de Montefaro

antón bruquetas ARES / LA VOZ

FERROL

El Concello de Ares terminó ya la construcción de un primer picadero

12 abr 2011 . Actualizado a las 12:41 h.

El Concello de Ares pretende convertir la antigua batería militar de Montefaro en un refugio ecuestre en el que los vecinos del municipio y los visitantes puedan adentrarse en el mundo del caballo. Para ello, y con la financiación de la Secretaría Xeral de Turismo, que aportó los 60.000 euros que costó la primera intervención, ha habilitado un picadero, una oficina de información y unos aseos. Desde el gobierno local, que dirige el socialista Julio Iglesias, explican que la intención es construir «próximamente un local social y tres picaderos más».

La primera fase de los trabajos, costeada por la Xunta, incluyó también el desbroce de la zona y la limpieza del escombro que había en los edificios principales del antiguo recinto militar que, al igual que la batería de A Bailadora, dispone de unas vistas impresionantes sobre la ría de Ferrol. Además, para completar este remozado inicial el Concello está urbanizando parte de las inmediaciones de los inmuebles. En este sentido, se están construyendo muros de contención y las aceras perimetrales de las principales instalaciones.

En cuanto a la gestión, la intención del Concello es firmar un convenio con la Asociación de Xinetes A Fusta para que la entidad se haga cargo de este servicio «que incluiría clases de iniciación, rutas a caballo y la organización de actividades terapéuticas con niños con diversidad funcional». Sobre esta última iniciativa, el Concello de Ares pretende firmar también acuerdos de colaboración con entidades como la Asociación de Padres de Personas con Trastorno del Espectro Autista de A Coruña (Aspanaes).

«Se ha demostrado que las terapias con caballos están funcionando muy bien con niño que tienen este tipo de dolencias», comenta el alcalde de Ares.

Con la primera fase de la rehabilitación de la batería de Montefaro, el gobierno local da un paso más para convertir esa zona en un referente de ocio.