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Combustible del aceite de freír en la cocina para mover el coche

Raquel Iglesias FERROL/LA VOZ.

AGRICULTURA

Un vecino de Narón fabrica en su casa biodiésel mediante un procedimiento químico sencillo para evitar la contaminación

16 sep 2010 . Actualizado a las 12:57 h.

El coche de Manuel Dopico, un vecino de Narón de 66 años, apenas contamina gracias a su propio ingenio y trabajo. Ni siquiera del tubo de escape sale humo, aunque sí un ligero olor a patatas fritas. Y es que de su aceite y del que resulta de cocinar otros alimentos ha conseguido hacer biodiésel, mediante un proceso químico que elimina los ácidos del líquido al mismo tiempo que se mezcla con alcoholes como el metanol y el etanol.

Manuel asegura que el consumo de su Peugeot 405 es el mismo con el combustible ecológico que con el convencional, unos cinco litros a los cien kilómetros. Por ello ha decidido eliminar el circuito de gasoil e instalar en el motor una garrafa a modo depósito de la nueva sustancia que él mismo fabrica reciclando.

«Ayer tenía la garrafa llena. He conducido alrededor de cincuenta kilómetros y apenas ha bajado el líquido del recipiente. Apenas contamino y además ahorro, esto es una maravilla al alcance de todos; solo se necesita un poco de predisposición y trabajo», afirma.

Las pruebas para conocer el resultado del biodiésel casero en su vehículo particular las realizó en el taller Aldipe, donde asegura que los mecánicos le dieron el visto bueno a su iniciativa y le garantizaron el buen estado de su motor. Durante los próximos meses este vecino de Narón pretende probar el resultado que ofrece este combustible ecológico en coches TDI.

Un defensor de la agricultura

Manuel Dopico creció en Meirás viendo como su padre se dedicaba al campo y siguiendo sus pasos mediante la cosecha de trigo. Actualmente ya no trabaja las tierras pero defiende las posibilidades que ofrece a la hora de producir el combustible ecológico. Ha hecho el cálculo y destaca que una hectárea de plantación de girasoles podrían ofrecer alrededor de mil litros de biodiésel.

«Un solo terrateniente podría conseguir combustible para su calefacción y su coche», dice. Asimismo, señala que con el aceite usado de las casas que se desecha o los centenares de litros que salen de los restaurantes se podría conseguir la reducción de gases contaminantes al producirse biodiésel. Por el momento Manuel ya es un ejemplo para muchos vecinos de su municipio.