Un colectivo acude al Valedor para evitar la instalación de cámaras de vigilancia en Neda
FERROL
La rigidez de la ley cae con todo su peso en Neda a la hora de cumplir el deseo del gobierno municipal de instalar cámaras de videovigilancia en edificios públicos clave como el albergue o el centro cívico, a fin de eliminar el elevado grado de vandalismo que se lleva registrando desde hace años en el ayuntamiento. La Delegación del Gobierno en Galicia ya denegó en el 2007 la solicitud del Concello pero, por prudencia, un colectivo (el mismo Movemento polos Dereitos Civís que había denunciado años atrás la colocación de cámaras en el consistorio de Ares) se mantiene vigilante para que esa petición no se cumpla al margen de los cauces reglamentarios en el caso de Neda.
Por ese motivo, el Movemento se dirigió a principios de mes al Valedor do Pobo para que, a través de ese organismo, el Concello de Neda responda a una serie de preguntas planteadas por el colectivo, a fin de conocer los informes técnicos en los que se basa la decisión municipal de instalar cámaras, y otros aspectos como a quién se le encomendará la custodia de las imágenes grabadas.
Por el momento, el Concello no ha instalado ni la primera cámara de seguridad. No obstante, el alcalde de la villa, Ignacio Cabezón, insistió en varias ocasiones sobre la necesidad de poner freno al vandalismo por ese procedimiento, ya que acarrea cuantiosos gastos de reposición de cristales y otros elementos del mobiliario urbano cada año. La administración local escuda también la colocación de cámaras en la ausencia de policía por las noches. Pero desde la Delegación del Gobierno no lo ven de igual manera, ya que no cumple los criterios necesarios para otorgar el permiso.
Pese a todo, desde el Movemento polos Dereitos Civís aún esperan una respuesta local.