El presidente de la asociación de minusválidos fue absuelto de la falsificación de facturas

F. V. FERROL/LA VOZ.

FERROL

18 jun 2010 . Actualizado a las 16:54 h.

El presidente de la Asociación de Minusválidos de Ferrol, Ángel Gárate Roca, ha sido absuelto del delito continuado de falsedad, del que había sido imputado por el Ministerio Fiscal y la CIG porque las pruebas aportadas eran fotocopias de los albaranes supuestamente manipulados para cobrar subvenciones de la Unión Europea.

La sentencia de un juzgado de lo penal local indica que los cargos que pesaban sobre los imputados, además de Gárate, fueron Manuel Jesús Veiga Iglesias, que compartía con él la gestión de la empresa Artes Gráficas Narón, en la que supuestamente se cometió el delito; y Teresa Conde Bueno, que fue quien denunció los hechos, si bien acabó también como encausada porque trabajaba en la oficina de la empresa; no quedaron «suficientemente acreditados». No se probó que ordenaran la confección de albaranes falsos, aparentemente emitidos por Deportes Taboada, con el fin de presentarlas para justificación de gastos del proyecto Type subvencionado por la UE. Y ello porque «es dudosa la autenticidad de los documentos de la denuncia, ya que todos son meras fotocopias», añade. La trabajadora aseguró en el juicio que los originales los tenía la CIG, sindicato que la asesoraba, y que de ello sabía Emilio Cagiao (secretario comarcal de la central en aquellos momentos), pero este declaró en el juicio que «no recordaba haber visto los originales» y que, además, habían pasado 11 años de aquellos hechos por lo que era comprensible que se le hayan olvidado muchos detalles. En dos casos, según el informe pericial, había evidencias de la posible manipulación pero las acusaciones (fiscal y la CIG) no pidieron que el perito confirmase sus conclusiones en el juicio. Por si estas dudas no fuesen suficientes, dice también la resolución judicial, una tercera testigo, ex trabajadora de la oficina, afirmó que sabía del problema pero no porque lo hubiese visto ella misma sino por «la información que le llegaba de otras compañeras». Así las cosas, la jueza opta por la absolución.