La obturación de una tubería de evacuación del saneamiento en Fene ha puesto en jaque a los servicios técnicos de Aquagest, empresa que administra la red en el municipio, causando el desborde de un torrente de fecales a la ría de Ares a través de la playa de Almieiras, junto al arenal de Río Castro. Ocurrió hace varias semanas, según confirmó ayer el alcalde, Iván Puentes, pero los mayores problemas surgieron a finales de la semana pasada, cuando el reguero de aguas turbias se transformó en un verdadero torrente que alarmó a los vecinos de la parroquia de Limodre.
El problema, según fuentes municipales, se debe a que el emisario submarino que debería evacuar las aguas fecales varias decenas de metros mar adentro está atorado con arena, elevando la presión de la tubería hasta una salida de emergencia ubicada junto a las rocas. Pero en las causas confluyen varios factores: por un lado, el colector tiene más de treinta años de antigüedad y fue concebido originalmente para dar servicio a los vecinos del entorno de Limodre. Tras la construcción de Vilar do Colo, el saneamiento del polígono se conectó a esa red, causando una sobrecarga de la misma; ese es el segundo factor determinante. Y el tercero, apuntan desde el Concello, es la proximidad de las obras de la Xunta para instalar las redes de la nueva depuradora de Chanteiro.