El concepto de supermanzana va más allá de la reducción del tráfico rodado, más allá de la necesidad de potenciar la peatonalización. La supermanzana es el grado superlativo en el concepto de barrio sostenible. Es una estructura urbanística completa, un área que contiene todos los servicios, todas las necesidades, una dimensión adecuada, y la supresión del tráfico rodado, una situación ideal en la concepción de la ciudad.
Plantear en A Magdalena el concepto de supermanzana es fácil de aplicar, en el sentido de que lo tenemos todo, las administraciones, teatro, cines, colegios, mercados, restaurantes, hoteles, bares, comercios, etc., la única medida drástica a tomar es la eliminación parcial del tráfico, para potenciar la peatonalización, y por lo tanto una mayor afluencia de gente a un barrio más humanizado.
Cierto es que hay que prever las áreas de estacionamiento, la plaza de España, la de Armas, el Cantón, el Mercado y posteriormente, por qué no, los párkings de avenida de Esteiro, plaza de Galicia o Irmandiños serán la solución a los problemas de aparcamiento, que no serían tan graves con un transporte público en condiciones.
Pero esta concepción de ciudad tiene que surgir al unísono, con el apoyo de todos y sobre todo de los implicados. La manzana sostenible, no funcionará en esta ciudad si no vemos que todo beneficio se obtiene de un esfuerzo previo. Se tienen que dar todos los condicionantes necesarios para que funcione, compacidad, complejidad, eficiencia energética y estabilidad social.
No funcionará si el que vive y trabaja en A Magdalena tiene que coger el coche e ir de compras al centro comercial más próximo, porque el horario de apertura en el centro es el de su jornada de trabajo habitual; si no puedes salir a cenar un domingo por la noche porque está todo cerrado. «No abro porque no hay gente» y «no voy al centro, porque no abren», la pescadilla que se muerde la cola.