Algunos le llamaban el Mozart gallego y lo cierto es que no es para menos, porque Pepito Arriola empezó a tocar las teclas con solo dos años de vida. A los cuatro ofreció su primer concierto y antes de llegar a los quince ya había conseguido ser pianista en la corte de Guillermo II de Alemania y tocar en el Carnegie Hall de Nueva York. La llama de su éxito se debilitó a su regresó a España, en 1946, y se extinguió definitivamente cuando murió, a los 59 años de edad. Sin embargo, en Ferrol son muchos los que en los últimos tiempos han querido recuperar la obra y la figura de este músico de sangre ferrolana, aunque betanceiro de nacimiento. Prueba de ello es el artículo que acaba de salir a la luz en la revista Papeis Ártabros , y que, de la mano de la investigadora Rosa Méndez , recupera línea a línea una entrevista realizada a Arriola a principios del siglo XX por el estadounidense James Francis Cooke . Se trata de un texto incluido en el libro Great pianists on piano playing , en el que se recogen testimonios de otros jóvenes intérpretes que por aquel entonces triunfaban en Estados Unidos. La obra llegó a manos de Rosa Méndez por casualidad, a través de Mario Valdivieso . «Aunque no soy especialista en Arriola, creí interesante sacar a la luz este texto, porque, a diferencia de otros estudios, en él no se habla de su obra en tercera persona, sino que es el propio músico el que cuenta sus experiencias», explica la investigadora.
En el artículo, Arriola da cuenta, con absoluta sencillez, de sus conciertos en el Albert Hall de Londres y ante el kaiser de Alemania, al que define como «un hombre estupendo». El músico también revela que sus ensayos eran solo de dos horas al día y que nunca se preocupaba por sus dedos: «Si capto las piezas bien, mis dedos siempre tocarán las notas». Además, confiesa que la teoría musical le aburría soberanamente. «¡Poner las notas en el papel es tan cansado! ¿Por qué no se pueden tener los pensamientos musicales y conservarlos sin tener que sufrir el tedioso esfuerzo de escribirlos en papel?», se pregunta casi al final de la entrevista. También cuenta que su libro favorito era Los Tres Mosqueteros , que nunca jamás se puso nervioso en un concierto... Y otras muchas cosas que hasta ahora no conocíamos de este famoso niño prodigio, primo de la no menos célebre Hildegart , que fue asesinada por su madre a los 19 años.
Y de un talento precoz de las teclas pasamos a otro talento precoz, pero de las olas. Nos referimos a la joven surfista ferrolana Erika Franco , de 16 años, que el próximo día 13 pondrá rumbo a Nueva Zelanda para participar en la octava edición del mundial de surf sub 21 que se disputará en Piha (Auckland). La deportista viajará hasta allí como miembro del equipo seleccionado por la Federación Española de Surf para este campeonato, en el que, además de ella -la única representante de Galicia-, solo hay otras tres mujeres: las vascas Leticia Canales y Garazi Sánchez y la asturiana Lucía Martiño . La competición se prolongará hasta el 29 de enero, y aunque Erika sabe que lo de subirse al podio es casi imposible, no le falta ilusión. «Espero pasarlo muy bien, conocer a otros deportistas y aprender muchísimo», dice ilusionada.