No quisiera hablar...

? Antonio Vázquez Liñeiro ?

FERROL

19 dic 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

N o quiero hablar del barrio de Recimil, si no les diría que este proyecto se originó a través de un concurso que ganó la propuesta de Santiago Rey Pedreira. Aunque se contaba también con arquitectos de la talla de García Mercadal -uno de los precursores de la Arquitectura Moderna y uno de los fundadores del GATEPAC- se consideró que Rey Pedreira tenía una formulación menos radical, más real, frente a otras propuestas más teóricas.

La traza del Plan de Rey Pedreira formaba parte de una pieza dentro de la ciudad. Una ciudad con claras influencias heredadas de Haussmann y Berlage. Regularidad geométrica y simetría, conceptos que conviven en armonía con la densidad de edificaciones uniformes (principios haussmannianos). Ejes de simetría y perspectivas con previsión de amplias zonas verdes (postulados de Berlage). Planificación de viviendas higiénicas y cómodas para las clases obrera y media (postulados de Oud). Barrios similares a los de Zuid en Ámsterdam urbanizado por Berlage (1927) o al barrio Kiefhoeck de Róterdam. Manzanas clara inspiración de Höfe, etc. Era un diseño urbano basado en el conocimiento.

Pero tampoco quiero hablaros del Recimil actual, barriada proyectada desde Madrid por José Fonseca y otros técnicos del Instituto Nacional de Vivienda, que interpretaron y materializaron equivocadamente las teorías e ideologías que formaban parte de las directrices del Plan Pedreira de 1929.

La Ley 8/1995 de Patrimonio Cultural de Galicia indica que integran el patrimonio cultural de Galicia, entre otros bienes, los conjuntos urbanos que tengan valor artístico, histórico o antropológico. En opinión de la Dirección General de Patrimonio Cultural no se puede afirmar que: «(?) El actual barrio de Recimil tenga los valores artísticos o antropológicos, en todo caso el valor histórico que pudiera tener es más teórico que real puesto que la propuesta original de Rey Pedreira fue desvirtuada y el valor cultural desde el punto de vista urbanístico, arquitectónico y social basado en el ideario del Movimiento Moderno se vio adulterado y trastocado en su realización y construcción».

Qué quieren que les diga, casi faltó añadir que más parece un muestrario de las urbanizaciones nazis y fascistas de las décadas de los 30 y 40, donde el espacio público como eje de la proyectación urbana fue totalmente aniquilado.

Sin tener en cuenta estos «no» comentarios, lo que quiero resaltar es el diagnóstico de su realidad arquitectónica y constructiva actual: artrosis crónica. Esto no se resuelve con un «pon un sostenible en tu vida». En palabras de Oriol Bohigas para casos similares: «Es inmoral mantener un barrio viejo donde hay gente que vive en muy malas condiciones (?) no se puede ser transigente con vecinos (o visitantes disfrazados de vecinos) falsamente románticos». Ya no es suficiente hablar de la tan traída «sostenibilidad» o de diálogos, monólogos o triálogos con el entorno.

Es necesario resolver problemas constructivos como el de la húmeda Trinidad: capilaridad, filtraciones, condensación. Estoy hablando de agua (Tales de Mileto). Para una vivienda digna es necesario establecer unos mínimos de aislamiento, de ventilación, o de soleamiento y estas son viviendas en precario, sin un triste Código Técnico que llevarse a la boca. Resueltas las discusiones filosóficas de días pasados sobre el color de las fachadas de estos limitados edificios; una vez pintados, llegará el «político sostenible» para hablarnos, por fin, de la sostenibilidad urbana y arquitectónica de Recimil.

La imagen fotografiada desde el aire del barrio me recuerda al cuadro posiblemente más famoso de Magritte (1898-1967, Editorial Taschen) cuyo título es: Ceci n'est pas une pipe.

Solo un poema de Moussivant podría reflejar con sensibilidad mi parecer sobre el Barrio de Recimil:

De siempre existen

Espacios sin aire

Románticos del 42

Reaccionarios del presente

Incluso

Barrios

Ortopédicos