El Concello de Mugardos ha vuelto a mover ficha para hacerse con la titularidad del Pazo das Condesas, un inmueble de principios del siglo XIX que hace ya tiempo que se pretende incorporar al patrimonio público de la villa.
El alcalde, el nacionalista Xosé Fernández Barcia, ha indicado que se ha recurrido ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) una sentencia anterior del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Ferrol que a finales del pasado mes de enero confirmó que el inmueble pertenece a la inmobiliaria Mahía.
El Ayuntamiento, en los últimos años, puso en marcha los trámites necesarios y logró acuerdos plenarios para conseguir el uso público del edificio, al considerar ahora que una permuta anterior de terrenos entre las partes, aprobada en el 2003, es parcialmente inválida por la falta de informes periciales que indiquen los valores de las fincas. La citada sentencia, a grandes rasgos, no considera que exista motivo alguno para anular el acuerdo municipal inicial y, por lo tanto, deja el Pazo das Condesas y sus amplios jardines en manos de la inmobiliaria, que ya ha levantado una urbanización de chalés en el entorno.
Los mismos argumentos
Barcia señaló que ahora se recurre al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia «cos mesmos argumentos que puxemos enriba da mesa, como por exemplo que esa peza figura no catastro e no Rexistro da Propiedade a nome do Concello de Mugardos, como no seu momento se nos recoñeceu dende Mahía».
El objetivo que se persigue desde el Ayuntamiento es la conversión del pazo -que, según el regidor, ahora se encuentra «en pleno proceso de deterioro»- en un inmueble para fines de carácter social y cultural.
Se llegó incluso a anunciar durante el pasado ejercicio, que con carácter inminente su zona verde se iba a abrir para el disfrute de los ciudadanos. Los calendarios, sin embargo, continúan ahora dilatándose en el tiempo y, de nuevo, dependen de una resolución judicial.
El Pazo das Condesas, ubicado a poca distancia de la costa, destaca como un reclamo turístico desde el punto de vista de la arquitectura civil. Construido, como ya se ha mencionado, a comienzos del siglo XIX, fue objeto de una restauración a finales del XX, aunque se respetó todo lo existente. Tiene planta rectangular y está conformado por un bajo y dos pisos. En el primero, en la fachada principal, destaca un balcón con una balaustrada de hierro forjado.