Perucos en peligro de extinción

FERROL

La Asociación da Froita Autóctona do Eume y el Concello de San Sadurniño promueven una variedad casi desaparecida

19 ago 2009 . Actualizado a las 12:29 h.

Perucos, peruchos, peros... en definitiva, esas pequeñas peras que antaño llenaban las huertas y las mesas de nuestros abuelos y que hoy se encuentran al borde de la extinción. No llegarán a hacerlo, al menos en San Sadurniño.

En Galicia se conocen entre 25 y 30 variedades de esta fruta, apta para ser degustada al natural, confitada o en almíbar. Sin embargo, los perucos están en peligro en esta comarca. Por ello, la Asociación Galega da Froita Autóctona (Agfa) do Eume premió en la primera edición de la Feira Rural de San Sadurniño, organizada conjuntamente con el Concello y celebrada hace dos fines de semana, el peruco de Silvalonga como la mejor variedad en peligro de extinción. Los presentados pertenecían a un horticultor del municipio, y fue la base para la degustación promovida durante la semana pasada en ocho establecimientos de restauración del municipio. El contenido de la cesta presentada fue donada por su ganadora, María Dulce Lago, perteneciente al taller artesano alimentario Arela, para esta actividad. Esos y otro lote más que fue requerido al horticultor para llegar a los 900 perucos que se repartieron entre ocho locales para los paladares de clientes y visitantes. Culminaba el pasado domingo en el mesón A Granxa, con la participación del vicepresidente provincial, Pablo Villamar, el alcalde, Secundino García, y otros representantes de la corporación local y la entidad Agfa do Eume.

Según explica su secretario, Juan Marcote, solo se conoce la existencia de cuatro árboles de esta variedad en cuestión en la zona. Ahora, tras la promoción que ha supuesto la feria y la degustación, «todo el mundo quiere tener un peruco en su huerta». Sin embargo, «no queremos crear moda, sino recuperar las frutas autóctonas y los sabores de nuestros abuelos», precisa.

Sobre todo, porque del peruco «se come todo, hasta el rabo», asegura, definiendo la variedad local como una fruta blanda que, considera, tiene «muchas posibilidades». Además de su transformación el delicatesen, como las que se sirvieron en San Sadurniño, caramelizadas y bañadas en chocolate negro, Arela ha firmado un acuerdo con el horticultor para adquirir las próximas tres cosechas -se recolectan en la segunda quincena de julio- y «experimentar» con su preparación en vino dulce o su aplicación a la repostería.

Como golosina de hace décadas o postre navideño en Sillobre, el peruco no es un desconocido en Ferrolterra. Ahora Agfa apuesta por su recuperación y convertirlo en un producto estrella.