Un mercado para el siglo XXI

PONTEDEUME

El anteproyecto de Mercasa para las nuevas instalaciones que el Concello pretende iniciar el próximo año pone de acuerdo a comerciantes y gobierno de Pontedeume

13 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Medio siglo es mucho tiempo para un mercado con constante actividad que apenas ha experimentado remodelaciones desde su construcción en 1957. Un anteproyecto realizado por la empresa Mercasa propone un rediseño que ha conseguido poner de acuerdo a gobierno local y placeros. Siguiendo las instrucciones de la Dirección Xeral de Patrimonio, se conservará el aspecto exterior del edificio original, pero se reformará y diferenciará el anexo que desde hace años amplía la superficie comercial, aunque con dudoso criterio estético.

En su lugar, una moderna estructura de diseño minimalista quedará visual y físicamente unida a través de una pared y una cubierta totalmente acristalada. «Desde un punto, podrá verse todo el mercado», aseguró el alcalde, Gabriel Torrente, que añade que desde la llegada de su partido al gobierno eumés la reforma de este espacio ha sido una de sus prioridades. Sobre todo, porque el actual presenta graves deficiencias.

«Esto se está cayendo. No hace falta decir nada, solo hay que verlo», comentaba ayer María Vázquez, que desde hace 18 años regenta la frutería que lleva su nombre. Telarañas en el techo, unos puestos pequeños y obsoletos, goteras en numerosos puntos... «Hixienicamente está moi mal», asegura José Manuel Painceiras Martínez, presidente de la Asociación de Vendedores del Mercado de Pontedeume, que lleva un cuarto de siglo dispensando carne desde su puesto. Expresa su satisfacción por el diseño de cómo será en un futuro su lugar de trabajo. Y solo pone un pero: «Nós pretendíamos que se reservara unha zona de aparcamento, que é moi necesario». Pero no podrá ser. Tendrán que conformarse con seguir beneficiándose de la zona azul habilitada, «que se lle nota bastante», reconoce. Pese a todo, el de Pontedeume es un mercado que funciona bien. Lo reconocen los propios comerciantes y el alcalde, que presume de que es uno de los de mejor funcionamiento de los pocos que aún están en activo en la zona. «É moi bo mercado», dice Painceiras. «A como está é incrible que se traballe tanto, pero vén moita xente dos arredores», añade. También la frutera le da la razón: «Aquí vivimos catorce familias solo de esto», precisa. Y pagarán más, pero trabajarán mejor cuando puedan utilizar servicios ahora inexistentes como montacargas, o agua caliente en todos los puestos. Y con una apariencia más atractiva que aguardan atraiga a más compradores. Solo falta un detalle: el dinero. El Concello intentará que dado el éxito del anteproyecto de Mercasa sea este organismo estatal quien asuma la redacción del proyecto y su ejecución. De no conseguirlo, Torrente asegura que el ejecutivo local se encargará el próximo año de que se inicie con ayudas de otras administraciones.