El centro gallego de la automoción hará un prototipo ideado por un ferrolano

B. Antón

FERROL

30 mar 2009 . Actualizado a las 12:22 h.

El ferrolano Victoriano García, propietario de una peluquería pero con una amplia formación profesional en el campo de la automoción, no podría sentirse más agradecido con el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape). Hace apenas dos meses, esta entidad le entregó un premio de 4.000 euros por el diseño de un mecanismo capaz de mejorar el rendimiento de todos los motores de combustión. Y ahora, gracias a ese mismo galardón, su proyecto ha captado la atención del Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG), una entidad ubicada en O Porriño y que lleva ya casi diez años desarrollando investigaciones para ofrecer soluciones tecnológicas avanzadas al sector del automóvil.

Según explica el propio García, este centro tiene la intención de realizar el estudio técnico del mecanismo que le valió el premio del Igape, así como de desarrollar un prototipo que luego se someterá a diferentes ensayos para probar su eficacia en motores de vehículos convencionales. «Para el concurso yo también hice un prototipo, pero solo lo pude probar en motores pequeños, como los de las motocicletas», explica el investigador ferrolano.

Una vez que el CTAG desarrolle, mejore y ponga a prueba el mecanismo ideado por el ferrolano, las puertas para su futura comercialización se abrirán de par en par. Victoriano García cree que en esta fase es probable que a su proyecto le salga más de una «novia», ya que el Centro Tecnológico de Automoción trabaja habitualmente con firmas del clúster del automóvil interesadas en iniciativas que generan un valor añadido de calidad. Y eso es, precisamente, lo que tiene su Función Multi-Par, un mecanismo que, según explica el propio García, permite mejorar el rendimiento de todos los motores de combustión del modelo biela-manivela, aumentando su potencia a igual cilindrada y reduciendo el consumo y las emisiones de CO2.

García explica que lleva trabajando en este proyecto muchos años y que, para llevarlo a cabo, tuvo que bucear por un sinfín de libros, revistas especializadas y manuales de mecánica.

Y no deja de decir, una y otra vez, que se siente muy agradecido al Igape. «Gracias a iniciativas como la suya, productos como este, que nacieron de una mera y simple afición, van a poder ver la luz», dice.