La comisión de seguimiento de la Xunta que estudia la situación del río Eume se reunirá hoy. Según fuentes oficiales de la Consellería de Medio Ambiente, en el encuentro podría decidirse si se toman o no nuevas medidas para reforzar el control de la acidez en el cauce y los afluentes que arrastran el material de obra que provoca el descenso del pH. Han pasado nueve meses desde que en junio del 2008 apareciesen los primeros peces muertos en el río. Entonces, la Xunta negó durante más de un mes que las obras de la autovía estuviesen detrás del desastre ecológico. Atribuía la acidez del río a características geológicas del cauce eumés. En julio, después de un mes de estudios, acabó reconociendo lo que apuntaban desde el primer momento los pescadores y lo que venía advirtiendo el Concello de As Pontes durante un año: el riesgo de contaminación que suponían las obras.
Una vez encontrada la causa, y tras una intervención frustrada por neutralizar la acidez, la Consellería de Política Territorial contrató a Sogarisa para que repitiese la misma actuación realizada sobre el embalse de A Capela en un primer momento. La empresa continúa actuando y dice haber conseguido que el pH se estabilice en las zonas en las que interviene, con mediciones de entre 5,8 y 6,3 -lo considerado normal es entre seis y siete unidades-, pero su labor de control es un solo tratamiento sintomático que deberá mantenerse hasta que se erradique el origen de los vertidos con el sellado de taludes de la autovía.