Los seis pinos con los que no consiguió acabar el «Klaus»

B.Couce / A. Vellón

FERROL CIUDAD

El restaurante de A Malata reabre hoy sus puertas tras los destrozos del ciclón

19 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El ciclón Klaus estuvo a punto de acabar con su negocio, el restaurante O Sexto Pino, sobre el que, como si de una paradoja se tratase, se cayeron dos enormes pinos la fatídica noche del 23 de enero en la que se registraron fuertes vientos. El establecimiento -el más dañado del sector por aquel temporal- reabre hoy sus puertas al público, casi dos meses después del vendaval y tras haber llevado a cabo muchas obras.

Aunque aún no está reconstruido al completo, ya que el comedor exterior continúa dañado, María Leonila Fernández López, su propietaria, ha decidido reanudar su actividad. «Quisiera abrir con todo perfecto, pero no puedo esperar más. Tengo seis personas a mi cargo, y una extra los fines de semana», explica en alusión a su plantilla.

Aún con la evidencia de la angustia que sufrió tras el ciclón, recuerda que, la noche del 23 de enero, llegó a su negocio poco después de que el primero de los pinos destrozase totalmente el comedor exterior, a las 12 de la madrugada. «Después nos fuimos, porque no podíamos hacer nada, y poco después se cayó el otro», explica. Destrozó el comedor, el tejado y el almacén.

Si el daño fue angustioso, la retirada de los grandes árboles no lo fue menos, y agradece a un maderero y un joven bombero el trabajo realizado al día siguiente del Klaus .

Después de 31 años al frente del restaurante, asegura que las muestras de cariño de los ferrolanos ante los destrozos han sido continuas. «Todo el mundo me ha ayudado, aunque no le deseo a nadie por lo que he pasado. Llegó un momento en el que me planteé no volver a abrir, pero pensé que si no se había caído todo, sería por algo», afirma.