La gestión del suministro de agua a los concellos de la ría de Ferrol ha desatado un nuevo episodio de tensión entre el municipio de Valdoviño, en cuyos dominios se encuentra el embalse de As Forcadas, y el Concello ferrolano. El primero de ellos ha iniciado una investigación sobre la situación jurídica del pantano con la mirada puesta en formular futuras reclamaciones a Ferrol, que gestiona, a través de la empresa mixta Emafesa, todo el agua que se consume en la urbe naval y en sus vecinas de Narón, Fene, Ares, Mugardos y, en parte, en Neda.
Según informó ayer el PP, la corporación municipal valdoviñesa considera que la ocupación del embalse puede abarcar más territorio del estipulado y acusan a Ferrol de beneficiarse de ello mediante la actividad comercial derivada de la explotación del suministro.
Y en un pleno celebrado anteayer, aprobaron crear una comisión para investigar los aspectos jurídicos y tratar de determinar los límites del pantano y su correspondencia con la realidad. Para ello, pedirán a Augas de Galicia «el amojonamiento de las zonas expropiadas para la creación del embalse» y poder delimitar así «el alcance de las fincas anegadas como consecuencia del último represamiento».
Desde el Concello de Ferrol alegaron ayer desconocer la demanda de Valdoviño y la edila de Servizos, la socialista María López, tachó de «electoralista» la actuación del PP al respecto. «Entendemos las relaciones entre ayuntamientos de otra manera», dijo la concejala, quien no ocultó su sorpresa porque «lleven ese asunto al pleno sin antes hablarlo con nosotros».
María López mostró su total convicción de que el pantano está dentro de los límites acotados y transferidos al Concello de Ferrol. «De lo contrario -dijo-, contestaremos con los datos que tengamos», y no descartó que la situación pudiera llegar a dirimirse en los juzgados si no hay acuerdo entre las dos administraciones locales. Claro que para ello, dijo, «tendrán que trasladarnos sus reivindicaciones para que las estudiemos».
«Nosotros cumplimos con nuestras obligaciones», argumentó la concejala ferrolana, ya que, si bien los terrenos fueron transferidos en su momento al Concello de Ferrol, este abona cada año la tasa correspondiente del Impuesto de Bienes Inmuebles, 268,79 euros, en concreto. «Y además, ellos se sirven de manera gratuita de la cantidad de agua que deseen», prosiguió López.
Última ampliación
En cualquier caso, desde el PP de Valdoviño hacen referencia a la última ampliación del embalse, ejecutada en el año 1980. Entonces, la antigua Confederación Hidrográfica del Norte (ahora se ha dividido entre la zona del Cantábrico y el área del Miño-Sil, que abarca toda Galicia) practicó nuevas expropiaciones de terrenos de la ribera para inundarlos. En todo ese proceso, critican los populares, «no fue tenido en consideración el Ayuntamiento de Valdoviño» para entregar después a Ferrol la gestión, tanto del embalse como de la red que canaliza el agua hasta la planta potabilizadora de Catabois.
María López manifestó que el concello vecino apenas demandó de Ferrol aspectos relacionados con el mantenimiento de la red, y sentenció sobre el conflicto de los terrenos: «Ni tomaremos más de lo que nos corresponde, ni vamos a ceder en lo que no hay que ceder».