Dos años de cárcel para dos agresores de Juan Fernández por un delito de atentado

La Voz

FERROL

15 ene 2009 . Actualizado a las 12:26 h.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Ferrol ha impuesto dos años de cárcel a Jaime Mosquera Moure y Ángel Manuel Ponce Rodríguez por la agresión al concejal de Independientes por Ferrol Juan Fernández al término de una manifestación, el 26 de septiembre del 2004. La sentencia, que es recurrible, castiga a ambos como autores de un delito de atentado, si bien reconoce como atenuantes las dilaciones indebidas por la demora en la celebración del juicio.

Según el fallo, la manifestación que había terminado poco antes de los hechos tenía por objeto el apoyo al sector naval y concluía frente al palacio municipal, en la plaza de Armas. Un grupo de personas comenzó entonces a proferir improperios contra Fernández, entonces primer teniente de alcalde, tales como « cabrón», «chulo», «fascista» o «facha». También le arrojaron huevos.

Entre ellos estaban los encausados. Según el relato que hace la sentencia, Ángel le aplastó un huevo en la cabeza y le propinó un puñetazo que le deformó las gafas al concejal. De Moure dice que le lanzó otro huevo, sin que conste que llegara a impactar en el cuerpo del edil.

En defensa de Juan Fernández acudió su hijo Carlos, que apartó a Moure. Entonces intervino de nuevo Ponce, colocándose frente a Carlos con los puños cerrados hacia su pecho. Carlos Fernández recibió también el impacto de un huevo, si bien se desconoce de qué mano procedía.

Como consecuencia del golpe propinado por Ponce, Juan Fernández acabó con la montura de sus gafas deformadas, por lo que se vio obligado a comprar otras, con lentes graduadas progresivas, por las que pagó 490 euros, que ahora tendrá que abonar el agresor, según dice también el fallo.

El juez Francisco José Ruano valora como pruebas las declaraciones de Fernández, su hijo y dos personas más presentes, más los agentes de policía que realizaron el informe. Pruebas que, aunque aportadas por la acusación particular, tienen más consistencia que los testigos de la defensa, dice el juez.

Estos, y los encausados, negaron los cargos y rechazaron responder a las acusaciones, actitud «ciertamente extraña para quien dice no haber cometido hecho delictivo alguno», dice el juez.