El sentido recuerdo a José Couso de su ciudad natal ya tiene un espacio propio

Sofía Vilanova redac.ferrol@lavoz.es

FERROL

17 may 2008 . Actualizado a las 02:55 h.

Hay nombres que no se nos deben olvidar. Uno de ellos, de los recientes, es el de José Couso , cámara ferrolano asesinado hace cinco años por los disparos de un tanque de Estados Unidos en Bagdad. «Es un héroe, se diferenciaba de nosotros, que pasaremos sin pena ni gloria», le calificaba el alcalde, Vicente Irisarri . Hablaba así el regidor en la inauguración de la plaza da Paz José Couso , en Esteiro, en un espacio anónimo nombrado hasta ayer por sus bolardos de colores. Le quedan que ni pintadas esas palabras: plaza, un espacio de encuentro vecinal; paz y Couso. «Mi hijo era un pacifista, cuando le mataron, en su cámara llevaba una pegatina del 'No a la guerra'», relataba emocionada Maribel Permuy , madre del periodista. «Esto es el sentimiento unánime de una ciudad a quien defendió sus principios», explicó Irisarri.

No quiso faltar a la cita en el barrio de Esteiro ni su madre ni su hermano Javier , dos de los miembros de una familia que está luchando sin tregua para que el crimen de guerra que fue el asesinato de José no quede impune. Vinieron ambos de Madrid, para unirse a familiares y amigos que les esperaban en Ferrol. En la capital española se quedó Lola Jiménez , la viuda del cámara, y sus dos hijos. «Esta plaza es el medio más eficaz para remover los obstáculos y que se conozca la verdad», leyó Maribel. Son palabras que la propia Lola había escrito para la ocasión, disculpando su ausencia. Javier, unas horas antes de la inauguración de la plaza, lamentaba la actuación de la Fiscalía General del Estado y de la Audiencia Nacional por «dar impunidad a tres criminales de guerra», en referencia a los militares estadounidenses que dispararon contra el hotel Palestina, como lo expresó el jueves en La Voz de Ferrol.

No está de más recordar la génesis de la plaza da Paz José Couso, que fue aprobada por unanimidad en uno de los últimos plenos del Ayuntamiento. Ayer mismo, representantes de todos los partidos (PSOE, PP, IU, IF y BNG) asistieron, en un segundo plano, al homenaje de una ciudad. «Esta cidade sabe facer cousas de xeito colectivo», proclamó la primera teniente de alcalde, Yolanda Díaz , quien hizo una encendida defensa de la paz: «As guerras son inxustas, infames, innecesarias no século XXI».

Aunque la génesis de dicho espacio es anterior, bastante anterior, y partiendo de la base, de una asociación de vecinos, Fontelonga , en Esteiro, que propuso ya en el 2004 la creación de ese espacio, iniciativa que todos aplaudieron. El presidente de la entidad, Xosé Miguel López , recordó los orígenes obreros de Esteiro, que en ese mismo barrio nació Pablo Iglesias y que cerca de esa plaza a José hay una estatua dedicada a otra ilustre, Concepción Arenal . Tal vez le faltó solo recordar que por esa plaza se ven a menudo palomas, alguna también durante la inauguración. Qué mejor símbolo de paz. «Ninguén morre mentres sexa recordado», adujo el dirigente vecinal.

Un intenso poema de Antón Cortizas , basado precisamente en lo que le inspiraron algunas imágenes que vio de la guerra en Irak, junto a la música del grupo de metales del conservatorio Xan Viaño, terminaron de aderezar la inauguración, con una familia emocionada al descorrer el terciopelo y descubrir la placa. «Estaba onde podía e non debía», recitó el escritor ferrolano relatando la angustia de un niño bombardeado en Bagdad, antes de concluir dando un cálido «ánimo» a la familia Couso Permuy.

Tras esa puesta de largo del lugar que ya siempre recordará a Couso, la comitiva se trasladó al Cantón, para depositar un ramo de flores bajo la escultura Ás Ceibes de Patinha . Allí Siro López hizo una disertación sobre la libertad y la paz, en una iniciativa del Colexio de Xornalistas y del Clube de Prensa que se cerró en el teatro Jofre con la entrega del cuarto premio anual José Couso de ambas entidades al periodista José Vidal-Beneyto , quien proclamó la necesidad de dar una información «veraz y plural». «Moitas rúas, prazas e avenidas están dedicadas a persoas que fixeron carnicerías e é importante que unha vítima como José Couso teña tamén unha praza co seu nome», enfatizó por su parte Xosé Manuel Pereiro , decano del Colexio de Xornalistas. Por fortuna, desde ayer ya es así.