Varias empresas aspiran a convertir en un negocio las cenizas de Endesa

FERROL

La firma Cuíña proyecta invertir casi tres millones en una planta en Penapurreira para valorizar ese desecho

05 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Varias compañías aspiran a aprovechar las cenizas de la planta térmica de Endesa en As Pontes para poner en marcha nuevos negocios. La compañía eléctrica acaba de cerrar un concurso -que tiene ámbito nacional, ya que participan todas sus centrales de carbón- para adjudicar este residuo que en algunas ciudades ya estaba vendiendo a otras firmas.

Fuentes de la empresa explicaron que, hasta el momento no se estaba explotando esta línea de negocio en la planta pontesa porque las cenizas no eran de calidad, al proceder del lignito pardo de la mina a cielo abierto. Sin embargo, el hecho de que la térmica ya solo utilice carbón de importación ha variado esa situación, y de ahí que haya abierto el concurso para su adjudicación. Constructoras, cerámicas y cementeras son algunas de las compañías que participan en el concurso.

Entre ellas, el grupo pontés Cuíña, que proyecta una inversión de casi 3 millones de euros para la construcción de una planta en la que transformaría las cenizas con el fin de darles nuevos usos, que pasarían por convertirse en una especie de áridos que se utilizarían para la elaboración de hormigón. Fuentes de la compañía explicaron que ya cuentan con una parcela reservada en el polígono de Penapurreira para, en el caso de resultar adjudicataria de las cenizas de la central térmica, levantar unas nuevas instalaciones.

Fuentes de la firma explicaron que ya cuentan con un acuerdo con Asforgal, la asociación de hormigoneros de Galicia, para suministrar este material a los socios de la entidad, que lo utilizarían para la fabricación de hormigón.

Algunas pruebas

Cuíña ha llevado ya a cabo algunas pruebas en sus instalaciones con cenizas y escorias que ha traído de Asturias, para conocer el comportamiento de los residuos como materia prima para la confección del hormigón.

La empresa asegura que en su nueva planta tendría capacidad para procesar alrededor de 100.000 toneladas de cenizas. Cuíña ha presentado su proyecto a la última convocatoria de ayudas del Ministerio de Industria para la reindustrialización de las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortega, y es una de las iniciativas que, de concretarse, serán amparadas con este tipo de fondos.

Recolocación de empleados

Además de la puesta en marcha de un nuevo negocio, para Cuíña, la construcción de la nueva planta le permitirá recolocar a parte de la plantilla que tenía destinada al trabajo para la mina de Endesa y que ahora se ha quedado sin actividad, debido al cierre del yacimiento a cielo abierto.

La empresa sostiene que en las instalaciones dedicadas a la transformación de las cenizas emplearía a unas 12 personas, aunque el empleo indirecto sería mayor, al incluir el transporte de la materia.