Manuel García Redondo, un jugador de solo 23 años, defensa de 1,81, no podrá jugar con su equipo, el Sevilla Atlético, frente al Racing, partido previsto para las seis de la tarde del próximo sábado en la ciudad deportiva sevillista. El pasado domingo se lesionó con rotura de tibia y peroné de su pierna derecha en el partido disputado por el filial sevillista frente al Sporting de Gijón en el Molinón.
El jugador metió la pierna cuando un jugador sportinguista iba a disparar a portería con la mala suerte de que se llevó un golpe durísimo. El jugador no pudo regresar con su equipo tras el partido ya que fue trasladado directamente del campo al hospital de Cabueñes, en donde le hicieron las radiografías pertinentes y le hicieron las primeras curas. Estaba previsto que en la tarde de ayer, en avión, se trasladará a la capital sevillana en donde será intervenido de su lesión por el doctor Madrigal. De hecho, se busca ya una fecha adecuada para que el jugador pase por el quirófano.
Antes de regresar a tierras sevillanas todos sus compañeros pasaron por el hospital para dar ánimos al jugador. También el presidente del consejo de administración, José María del Nido, llamó al futbolista para interesarse por su estado de salud.
El jugador no ha tenido mucha suerte ya que acababa de reaparecer tras diez meses en el dique seco debido a que se había roto los ligamentos cruzados de su rodilla izquierda.
Lo sucedido ha dejado un poco conmocionado a los jugadores de este equipo, en su mayor parte futbolistas jóvenes, entre los 20 y 25 años.
El filial sevillista es un poco atípico ya que no solo tiene en sus filas jugadores de la cantera, tiene a cuatro o cinco argentinos, muy jóvenes, y también a un jugador brasileño.