Los propietarios de los chiringuitos de playa de A Magdalena, en Cabanas, ven intencionalidad en los últimos incendios declarados en sus establecimientos. En solo un mes se registraron tres fuegos en otras tantas casetas, uno de ellos redujo completamente a cenizas el local conocido como Lar de Antón, el pasado 25 de marzo. El suceso ocurrió en plena tarde, hacia las cuatro y media, y ya entonces se apuntó a la intencionalidad del fuego desde el resto de establecimientos playeros. Habían sufrido ya otros dos conatos anteriores en lugares, apuntan, en los que «non había nin cables nin nada» que hiciese sospechar causas fortuitas.
Ahora, los hosteleros han empapelado el pinar de Cabanas pidiendo soluciones. En la zona se pueden ver fotos sobrecogedoras de los locales en llamas con la siguiente inscripción: «Este é o destino dos nosos chiringuitos».
Juan Ramón Vázquez, propietario de O Cabazo, explicaba ayer al respecto que «é moita casualidade que nun mes haxa tres incendios». Relató que en el caso del bar Félix, cuyo fuego se declaró el día 9, fue él mismo el que sofocó las llamas antes de que llegaran los bomberos del Eume. «Tardaron media hora», dijo al respecto.
Se encontraba en su local en ese momento. Faltaban unos minutos para las cuatro de la tarde cuando se percató de que salía humo por debajo de la puerta del establecimiento vecino. «Collín unha garrafa que teño e fun botando auga por debaixo do marco», explicó. Cuando después abrieron la puerta para comprobar los daños del conato vio que habían ardido unas cajas próximas a la puerta.
Juan Ramón Vázquez asegura que en el caso del Lar de Antón llegó a sonar la alarma del chiringuito antes de declararse el fuego. «Eso significa que alguén entrou para prender o lume» porque, alega, «quérennos botar de aquí».