Neda rescata siglo y medio de historia reflejada en sus escudos

Lara Fernández

FERROL

Uno de los blasones apareció hace cincuenta años en las alcantarillas, tras sufrir el desgaste de las aguas canalizadas

13 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El proceso de recuperación del casco antiguo de Neda acogió la restauración y recolocación de dos escudos históricos que, como muestran unos documentos recogidos en los archivos municipales, tienen una antigüedad aproximada de 150 años.

Ambos escudos se situaron en un muro con poca visibilidad de la plaza principal de Neda tras encontrarse hace unos 50 años. El más antiguo, de estilo gótico (situado a la derecha en la foto), data de la Edad Media y se le relaciona con la familia de los Esquíos, ya que muestra su sello: dos ardillas trepando por un árbol situado en el centro.

Se presume que este linaje procede de dicho territorio, ya que el entorno de Neda alberga las tumbas de algunos de sus descendientes. Uno de los personajes más célebres de este linaje fue Alfonso Esquío, quien logró de manos de Alfonso XI un privilegio real como recompensa por participar, él y sus hombres, en la conquista de Algeciras. Otro de los personajes que hacen destacar a esta familia es Fernando Esquío, autor de la conocida cantiga Qué me queres amor.

Este escudo se situaba en la capilla del hospital Espíritu Santo donde, al derribarse, se construyó la actual plaza del Ayuntamiento. Se encontró en un desagüe, tras sufrir durante años el desgaste del agua; la causa de su mal estado.

El otro blasón es de origen posterior, del siglo XVII. Presenta la imagen de la Casa Real española y se situaba en la fachada de los hornos reales, demolidos a finales del siglo XIX. Allí se trituraba el cereal (de la zona e importado), además de elaborar galletas que, envasadas en barricas, constituían un producto imprescindible en la dieta de los navegantes de la marina.

Ambos escudos se restauraron y se recolocaron en el muro principal de la plaza, a unos metros de su anterior ubicación, proporcionándoles de esta manera el prestigio que su historia merece.

Ahora el Concello estudia reclamar a Patrimonio una certificación oficial con la que se reconozca su valor histórico.