Agricultores del Eume ubicarán en Ombre su primera huerta autóctona

Luís A. Núñez

FERROL

08 feb 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Tras la reciente constitución de la Asociación Galega da Froita Autóctona do Eume, sus integrantes se han puesto manos a la obra para evitar que se pierdan especies frutales propias de la zona que consideran especiales por motivos como el sabor o la carencia de productos fitosanitarios. Tal es así que ayer mismo visitaron los campos de la zona con técnicos de la Xunta, como el responsable del Centro de Investigación Agraria de Mabegondo (CIAM) y socio de honor de la entidad eumesa, Francisco Otero Otero.

De la visita salió la selección del suelo necesario para instalar sus primeros campos experimentales. Serán dos, uno en Pontedeume y otro en Vilarmaior (Concello con participación también en la asociación). Ambos terrenos están al pie de los ríos Eume y Bajoi.

El primero de los huertos autóctonos será ubicado en la parroquia de Ombre, a escasos metros del límite con el parque natural Fragas do Eume. Se instalará en una parcela de casi 6.700 metros cuadrados en el lugar conocido como Porto Carral. «Pero non se empregará todo o terreo», explicaba ayer el secretario de la asociación, Juan Bautista Marcote, «senón que a plantación farase nunha extensión duns mil metros cadrados».

Tutelados en todo momento por los técnicos del CIAM, los asociados comenzarán las labores de recuperación en frutales como manzanos y cerezos. «A mazá xa está clasificada, pero agora teremos que facer tamén unhas fichas da cereixa e ver os patróns a conservar para envialos ao centro de Mabegondo», explicó Marcote. De hecho, en mayo se empezarán a realizar los primeros injertos para enviar al vivero. Con todo esto, los agricultores calculan que podrán llevar los árboles al terreno hacia el último trimestre de este año.

A largo plazo

«É un plan piloto a longo prazo, de entre cinco e oito anos», informó ayer el secretario. De ahí partirán las cepas más puras de los frutales autóctonos de la comarca para las huertas de quienes deseen obtener sus frutos. Aquellos que le dieron la fama, por ejemplo, a Pontedeume por sus peras.

La elección del solar de Ombre se debe, a mayores de a las propias características geológicas y medioambientales del terreno, a que «alí había un embarcadeiro ata primeiros do século XIX polo que se sacaba unha importante producción de laranxa» para su comercialización.