Talan en Monfero un eucalipto que marca un verdadero récord; para su trasporte se necesita un camión de gran capacidad
23 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.En Monfero han talado un eucalipto que ha marcado un verdadero récord en peso: 30 toneladas. Productores, maderistas y expertos consideran que se trata de un ejemplar excepcional. El árbol, de más de 40 años, se encontraba en una finca del lugar de Ponte da Pedra propiedad de Constantino Vila.
Según ha explicado Luis Garnelo, que preside la asociación de productores de la zona, el maderista que lo compró había calculado inicialmente, todavía con el ejemplar en pie, que podría alcanzar las 15 o 20 toneladas, pero nunca las 30 que llegó una vez talado.
Pero su singularidad no es sólo su peso, también su calidad. Según ha explicado Constantino Vila es un tronco sin apenas corteza ( sámago , como se le denomina en el argot maderista), de apenas dos o tres centímetros. Al trocearlo también se comprobó que carece de nervaduras, la fibra es uniforme, tampoco se agrietó. Es decir, la crema de la madera que ira destinada a la fabricación de chapa de tablero, presumiblemnte en una fábrica de Valencia.
En precio también será una singularidad porque se abonará la tonelada a más de 60 euros. Esto es, el doble de la cotización habitual, de acuerdo con los precios actuales.
Certificación
La finca de Constantino Vila donde se encontraba el ejemplar cuenta ya con la certificación europea que garantiza que se gestiona con criterios de sostenibilidad. En el caso de este árbol singular se trata de un ejemplar de la especie globulus de los que se conocen en la jerga popular como femia , porque produce gran cantidad de semillas y su altura no alcanza la de otros.
Esta certificación obliga a la retirada de cascajos para evitar incendios. Ahora queda negociar la madera cortada en la finca, porque además del gran árbol se talaron otros, tiene diferente calidad. Una va destinada a chapa y tabla, que es la que más se cotiza. Otra, para la trituración y producción de pasta de papel y, por último, las varas acaban en la planta de Alcoa, en San Cibrao, para el manejo en las coladas de aluminio.