Un grupo de más de treinta agentes de la Policía Local boicotearon ayer los actos del patrón de esa institución, San Sebastián, que se celebraron por la mañana en el Ayuntamiento. Los guardias, equipados con petardos, sirenas y otros ruidosos trebejos, recibieron con fuertes abucheos a los mandos del cuerpo y, con mucha más ira, a los concejales de Tráfico y Seguridade, los socialistas Gerardo López y Sandra Ríos.
También el edil de Persoal, Javier Galán (IU), se llevó su parte, aunque por escrito: «Galán por dos euros te colgaban en Bazán», decían varias de las pancartas que llevaban los policías en referencia a los dos euros que el Concello prevé pagar como complemento por cada hora trabajada de noche o en festivo; y al pasado del edil, que fue sindicalista de Comisiones Obreras en el astillero ferrolano.
Las protestas se recrudecieron durante el brindis en honor del patrón de la policía. Los manifestantes se acercaron a la puerta del consistorio, en el que no llegaron a entrar, pegaron numerosos carteles de protesta en la fachada y lanzaron gritos y sonoros petardos.
En el salón de recepciones del primer piso del Concello la corporación, los mandos del cuerpo municipal de policía, los del nacional, representantes de la Armada y de la Guardia Civil asistían a la celebración en medio del ruido ensordecedor que provocaban los agentes solo unos metros más abajo.
Visiblemente contrariado por la situación, el alcalde, Vicente Irisarri, fue tajante. «Todos os cidadáns teñen dereito a plantexar melloras laborais, a reivindicar dereitos, a protestar, a criticar o traballo dun goberno... a tentar de tirar un goberno, pero non a desprestixiar ao corpo de policía, que merece todo o respeto e o cariño da cidadanía», afirmó en referencia a las críticas vertidas por parte de la plantilla contra los mandos policiales durante los últimos días.
Después, el regidor expresó el «máximo respaldo» de toda la corporación a la jefatura, especialmente al comisario Daniel González, recordó que las reivindicaciones de los agentes, excepto las relativas a la nueva ley de policía, vienen de «anos atrás», y que no se trata de cuestiones «insalvables» por lo que apeló al «diálogo» para llegar a una solución satisfactoria.
Paradójicamente, a muy pocos metros de distancia, en la calle, la protesta continuaba por parte de los agentes municipales al grito de «¡menos celebrar y más negociar!».