La Generalitat catalana ahorrará mil millones con un nuevo tijeretazo

Cristian Reino BARCELONA / COLPISA

ESPAÑA

Artur Mas anuncia otra rebaja sin concretar del sueldo a los funcionarios, una subida de las tasas y el copago por las recetas dispensadas

23 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Artur Mas inauguró la novena legislatura catalana pidiendo «sangre, sudor y lágrimas» a la población, y ahora, casi un año después de su investidura, vuelve a apelar a la vieja receta. Avalada por un resultado histórico en las urnas (CiU se impuso el 20-N en Cataluña por primera vez en unas generales, y a pesar de que temía que su política de austeridad supondría un desgaste para sus candidatos), la Generalitat anunció ayer más recortes sociales para el 2012 y reclamó nuevos sacrificios.

Así, no esperó a conocer la hoja de ruta del futuro presidente Rajoy. «No hay nadie más en España que pida los sacrificios que pide este Gobierno», dijo el jefe del Ejecutivo, que cree que tarde o temprano los ajustes «deberán hacerse» en todo el país. Mas quiere lanzar un mensaje a los mercados de que Cataluña cumplirá con el objetivo de déficit. Los recortes seguirán, pues, en el 2012, pero serán diferentes a los del 2011. En esta ocasión, no meterá la tijera por el lado del gasto y por tanto no habrá nuevos cierres de quirófanos ambulatorios o camas hospitalarias ni despidos en el sector educativo. Y es que la Generalitat reconoce que no se puede ajustar más por ese lado. Porque si lo hiciera, después del recorte del 10 % aplicado este año, podría en peligro servicios básicos del Estado del bienestar. «Hemos tocado hueso», dijo Mas. Así, los mil millones que espera ahorrar en el 2012 vendrán del esfuerzo de los funcionarios, a los que bajará el sueldo otra vez, y de la población en general, que pagará más por algunos servicios públicos, como el canon del agua, la gasolina, el transporte metropolitano y las tasas universitarias.

Mas no precisó en cuánto se incrementarán ni tampoco dijo cuánto tendrán que apretarse el cinturón los empleados públicos -«no serán reducciones porcentuales importantes», se limitó a decir-. Eso sí, anunció que los altos cargos tendrán que volver a renunciar a una paga extra entera, como harán con la de Navidad de este año.

Sin embargo, la medida más controvertida será la que Mas denominó «tique moderador» o «barrera de acceso» y que de alguna manera es una forma de copago, aunque técnicamente sean conceptos distintos. Desde la Generalitat repiten que el modelo actual de servicio público de salud es insostenible. Con el tique moderador, busca racionalizar el consumo de medicamentos mediante el cobro de una tasa o peaje por cada receta farmacéutica dispensada en la sanidad pública.

La idea no es nueva -ya en el pasado se habló de cobrar 100 pesetas (0,60 euros) por receta- y aún está en fase de estudio. En Europa hay muchas versiones, ya sea por visitas, recetas o el uso de las urgencias.