Asturias se une a la ola de recortes y reduce sus gastos en 156 millones

Manuel Costoya
Manuel costoya REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Cascos mete la tijera en la televisión autonómica del Principado

05 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Recortar se ha convertido en el verbo más conjugado por los responsables autonómicos. Asturias ha sido la última en sumarse a esta ola de ajustes, que tiene como objetivo el cumplimiento de los acuerdos para reducir el galopante déficit de las comunidades de forma que no supere al final del presente año el 1,3 % del PIB.

El Gobierno de Francisco Álvarez Cascos aprobó ayer una rebaja de 156 millones de euros en los gastos previstos en el presupuesto de este año, que asciende a 4.133 millones. Cascos aplica una receta ya conocida. Intenta no tocar el gasto social, ni las partidas destinadas a educación y sanidad. A cambio, reajusta inversiones plurianuales para rebajar el 3,65 % de las cuentas del 2011.

La Consejería de Fomento será la que asuma la mayor parte de este recorte, al disminuir sus partidas en 55,8 millones de euros. Cascos también mete la tijera en la televisión autonómica del Principado (RTPA), que contará este año con 11,3 millones menos en la subvención que recibe para su funcionamiento. Además, el Centro Niemeyer cierra temporalmente sus producciones.

Cascos también reduce otros gastos calificados de «improductivos» por el presidente asturiano, entre ellos la supresión de 300 vehículos oficiales de los 691 turismos acreditados actualmente en el parque móvil del Principado, así como la cancelación de mil de las 2.311 líneas de teléfono móvil existentes, e incluso una disminución del gasto en material de oficinas.

El presidente regional asume que estos recortes no tienen por qué ser los últimos. Todo dependerá de la evolución final de los ingresos, que aún desconoce el Gobierno asturiano. Sin este dato no se podrá determinar en qué situación se sitúa el déficit público de la comunidad, después de que durante el primer semestre se superara, en siete centésimas, el límite del 1,3 % fijado por el Gobierno central.

El caso asturiano ha sido el último, pero, desde el pasado trimestre, gobiernos autonómicos de todos los colores políticos han comenzado a realizar importantes políticas de ajuste.

En la Comunidad Valenciana deberán reducir 400 millones más para cuadrar las cuentas. En Cataluña, el Gobierno de Artur Mas está abordando un impopular programa de restricciones que está afectando a áreas especialmente sensibles, como la sanidad. La decisión del Gobierno de Esperanza Aguirre de no contratar a mil interinos -hasta tres mil si las cuentas las hacen los sindicatos- provocó que los profesores salieran a la calle.

Incluso Navarra, comunidad foral que gestiona directamente sus impuestos, tampoco se está librando de los recortes y su presidenta, Yolanda Barcina, admite que es necesario adelgazar el gasto en 190 millones de euros, antes de finalizar el año. La comunidad de Castilla-La Mancha, dirigida por María Dolores de Cospedal, es la que llevará a cabo un recorte más elevado: un 20 % de su prepuesto para el 2012.