Los presos de ETA se suman al acuerdo que pide el fin de la violencia

R.C.

ESPAÑA

El colectivo ha hecho público un comunicado en el que se suma al acuerdo de Gernika, que pide el «alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional».

23 sep 2011 . Actualizado a las 22:28 h.

Los presos de ETA piden el fin de la violencia. El Colectivo de Presos y Presas Políticos Vascos (EPPK), el grupo que aglutina a los internos terroristas que siguen fieles a la disciplina de la banda, anunció hoy en un comunicado enviado al diario Gara que se suma al denominado acuerdo de Gernika, el pacto firmado hace ahora un año por la izquierda aberzale, EA, Aralar, Alternatiba y otras fuerzas independentistas en el que reclamaban a la banda armada un «alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional».

Según la edición digital del diario vasco, que el sábado dará a conocer el comunicado íntegro del EPPK, los presos se suman a ese acuerdo «con lo que se alinea con decenas de fuerzas políticas, sindicales y sociales vascas para impulsar un escenario de paz y soluciones en Euskal Herria».

«Por encima de los límites y los obstáculos de los estados que nos tienen cautivos, EPPK manifesta su compromiso firme de empujar para avanzar en el proceso democrático», declara el colectivo. Y pese a aceptar que lograr ese escenario democrático «no es un reto cualquiera», recalca su «convencimiento» de conseguirlo y anuncia su «compromiso total con impulsar el proceso democrático hasta el final».

El anuncio del EPPK llega en vísperas de que el próximo domingo se celebre el primer aniversario del acuerdo suscrito en Gernika, que ya cuenta con el respaldo de varias decenas de colectivos del País Vasco y Navarra, y en el que los firmantes reclamaban una «declaración de ETA de un alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional como expresión de voluntad para un definitivo abandono de su actividad armada».

En ese mismo documento, los colectivos pedían el «reconocimiento de los derechos civiles y políticos permitiendo la actividad y el desarrollo de todos los proyectos políticos», la «desaparición de todo tipo de amenazas, presiones, persecuciones, detenciones, y torturas contra toda persona por razón de su actividad o ideología política», el « cese de la política penitenciaria que se sigue contra los presos y presas políticas vascas» y el traslado de los reclusos terroristas a cárcel de Euskadi y Navarra, terminando con la «dispersión», amén de otros beneficios para los reclusos de ETA. Además, el acuerdo instaba al Gobierno a iniciar un «proceso democrático» para el final del terrorismo, con pasos como la derogación de la Ley de Partidos.

El pasado mes de junio, los propios promotores del acuerdo enviaron una carta al EPPK para explicar su propuesta e instarles a unirse al pacto de Gernika. Los firmantes del acuerdo, incluso, intentaron reunirse cara a cara con los reclusos de la banda, solicitud que les ha sido denegada por Instituciones Penitenciarias en repetidas ocasiones.