Estramonio gratis para abrir mercado

alejandro posilio MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

Son ya dos los detenidos por vender el brebaje que mató a dos chicos en Getafe

26 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

«Lo dábamos gratis para que la gente lo probase y abrir mercado». Esto es lo que declaró la pareja arrestada por la policía por distribuir un brebaje elaborado en su casa con estramonio y alcohol, y que acabó el pasado domingo con la vida de dos jóvenes de 18 años tras haberlo consumido en una fiesta rave ilegal montada en un palacio abandonado en Perales del Río, en la localidad madrileña de Getafe.

La policía primero detuvo la noche del miércoles a un joven de 23 años, conocido con el apodo de Cabe y con antecedentes por malos tratos y quebrantamiento de condena, por haber elaborado el líquido que repartió entre algunos de los asistentes a dicha fiesta clandestina -animada con música de baile electrónica y organizada en lugares apartados y abandonados y que se prolonga durante más de doce horas- celebrada en las ruinas del conocido como monasterio de la Aldehuela, que se ubican en una finca privada.

Horas después, la novia del detenido, sin antecedentes policiales, se presentó en la comisaría de Getafe, donde, tras declarar, quedó también arrestada. Ambos están acusados de un delito contra la salud pública, aunque no se descarta que se les impute también sendos delitos de homicidio imprudente. Al parecer, era la primera vez que la pareja distribuía esta especie de infusión, elaborada con alcohol, estramonio (una planta venenosa) y speed (droga sintética). Es más, aseguran que desconocían las consecuencias que podía tener su consumo, pues a los jóvenes que se la ofrecieron les decían que eran como las setas alucinógenas, y no pasaba nada.

Hierba del diablo

Miguel Ángel González, responsable de la comisaría de la Policía Nacional de Getafe, aseguró que no tiene constancia de que el brebaje se haya ofrecido en otras fiestas, ni que el estramonio, conocida como la hierba del diablo, se esté utilizando como droga de manera habitual.

Lo que sí está claro es que este líquido mortal acabó con la vida de Pablo Echegoyen y Alberto del Olmo, de 18 años, y envió al hospital a otro compañero suyo, que salvó la vida porque ingirió menos cantidad. Un cuarto amigo de este grupo acudió a esta fiesta, en la que participaron 180 personas, pero no resultó afectado al negarse a tomarlo.

El monasterio es un palacete en ruinas en el que se celebran estos encuentros rave con cierta asiduidad, y que la Comunidad de Madrid no ha expropiado por no levantar en él un centro de la memoria histórica, como pedía el Ayuntamiento de Getafe.