Los acampados en la Plaza Cataluña se preparan para pasar una larga temporada

Efe - Rosa Díaz

ESPAÑA

18 may 2011 . Actualizado a las 14:24 h.

Conseguir comida y cocinarla, acumular esterillas para dormir más cómodamente, mantener limpio el espacio e imprimir carteles son algunas de las tareas que se ha repartido la cincuentena de acampados que hoy han pasado la segunda noche al raso en la Plaza Cataluña de Barcelona. «La plaza es nuestra, ahora hay que resistir», ha dicho a Efe Roger, uno de los acampados, que forma parte de la comisión de prensa y tiene como misión difundir el mensaje de los participantes, que protestan por la crisis y por la forma en que los políticos y la banca abordan los problemas económicos que afectan a España.

Tarea nada fácil, según dice, porque «la cosa está todavía bastante desorganizada» y el mensaje «no es unívoco», sino que «aquí hay de todo: anarquistas, comunistas, cooperativistas, estudiantes, gente que va por libre...». Efectivamente, la cosa está todavía bastante desorganizada, ya que cuando Roger intenta recuperar la lista de periodistas para pasarles un comunicado no la encuentra porque, según parece, la tenía Miquel, que se ha ido a la facultad. «Por la mañana hay menos gente porque unos se van a dormir, otros se van a la universidad y otros a trabajar, por eso hacemos la asamblea por la noche», ha explicado Roger.

En el centro de la plaza, los acampados han instalado dos carpas, bajo las que hay una mesa y unas sillas, donde cuatro jóvenes intentan organizar actividades. Tras discutir un rato, uno de ellos se dirige hacia el tablón de anuncios que han instalado y escribe: «Actividades de hoy: Asamblea, 22.00 horas; Dinámicas de grupo (teatrales y corporales), 21.15; Charla-debate: La democracia inclusiva, 18.00». En el mismo bastidor está colgado el manifiesto titulado «Aquí como en Egipto: Resistiremos hasta la victoria» y el acta de la asamblea de anoche, con los componentes de las comisiones de prensa, información, comunicados, comida, acción, limpieza, infraestructuras y temas legales.

«Lo cierto es que las comisiones todavía no han hecho nada -reconoce Roger- y la comida que tenemos aquí la ha traído la gente.

Una señora muy simpática nos ha traído garrafas de agua y crema de sol».

La comisión de limpieza ya ha traído unas escobas. Su labor es importante, porque la Guardia Urbana les dijo anoche que si no mantenían el espacio limpio los desalojarían para que el servicio de limpieza pudiera regar la plaza.

La primera noche también se acercaron agentes de la Guardia Urbana, que les prohibieron que plantaran tiendas, por eso la mayoría han dormido al raso y esta mañana sólo había una tienda montada. «Mientras estemos en campaña electoral no nos van a desalojar», comenta uno de los jóvenes, que acaba de salir de la tienda de campaña y se ha sentado en un banco de la plaza situado a la sombra para leer la prensa gratuita. «No estoy tan seguro», comenta su compañero. Estos dos jóvenes forman parte de la comisión de infraestructuras, cuyo principal cometido esta mañana es traer algún tipo de sistema eléctrico que permita cargar los teléfonos móviles y ordenadores.

Los ordenadores son esenciales, ya que la mayor parte de la información sobre la acampada está en Internet. Por ejemplo, la comisión de «acción» ha convocado una cacerolada para esta tarde y todavía no está colgado en el tablón de anuncios. «Aquí todo el mundo es muy joven y está muy conectado, pero yo soy más mayor y prefiero venir aquí y que me informe la gente», comenta Carmen, una mujer de unos 40 años, que ha venido con su hijo.