Una menor, retenida 30 días en Barajas

ivannia salazar REDACCIÓN / LA VOZ

ESPAÑA

Es nigeriana y dice ser víctima de una mafia de prostitución

30 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Una joven que dice tener 16 años llegó a España, procedente de Rumanía, el pasado 1 de abril, pero no le fue permitido entrar porque su documentación era falsa. Desde entonces, está retenida en la sala para inmigrantes rechazados del aeropuerto de Madrid- Barajas.

Según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), la de la joven es la misma historia de muchas nigerianas que son captadas por las mafias para ser obligadas a prostituirse en Europa. La joven solicitó asilo, pero la ley no ampara en casos de trata de blancas, por lo que los abogados del CEAR, con el apoyo de Acnur y del Defensor del Pueblo, recurrieron entonces a la Audiencia Nacional, que no suspendió la expulsión.

Como último recurso, solicitaron para la chica un «período de reflexión» -contemplado en la Ley de Extranjería- que le permite permanecer en España, siempre y cuando aporte información sobre la red de explotación supuestamente la obligó a venir. La Delegación del Gobierno en Madrid confirmó ayer que el jueves notificó una resolución en la que se le concede un período de «restablecimiento y reflexión» de 30 días, por lo que se espera que en breve abandone el aeropuerto para ser traslada a un centro de los servicios sociales.

Los abogados del CEAR solicitaron una prueba de edad, ya que la joven asegura haber nacido en 1995. Sin embargo, las pruebas determinaron que tiene «18 años con un error de más/menos 2 años». Según el CEAR, haberle atribuido la mayoría de edad es el motivo por el que ha estado tanto tiempo retenida en Barajas, ya que de haber sido declarada menor hubiera sido trasladada a un centro de acogida. Así que además de víctima de la trata, la joven ha sido víctima de un proceso burocrático entre varias instituciones administrativas y judiciales, que se enfrascaron en el debate de si es o no mayor de edad y de si merecía protección.

Según su propio testimonio, habría sido captada en Nigeria por un hombre que le ofreció trabajo en Europa, la trasladó a Rumanía, donde se dio cuenta de que sería prostituida, y después la obligó a venir a España.