Rajoy dice que su partido está en condiciones de gobernar «hoy mismo»

Magis Iglesias

ESPAÑA

Clausuró la convención nacional del PP en Barcelona, donde proclamó que son «la única alternativa»

16 nov 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Solo existe una alternativa al Gobierno actual. Somos nosotros, estamos aquí», se jactó Mariano Rajoy ante la convención nacional del PP en un vibrante discurso con el que conmovió a su audiencia, que lo jaleó y aplaudió con pasión y a la que incluso logró poner en pie varias veces. Con una arenga inusualmente contundente, el líder de los populares se mostró seguro, supo cautivar con mensajes en clave interna de unidad y rechazó la corrupción. Pero además y, sobre todo, intentó demostrar a los ciudadanos que tiene soluciones eficaces y está listo para tomar las riendas del país.

«Estamos en condiciones de gobernar este país ahora mismo, si los españoles así lo decidieran», dijo Rajoy casi desde el principio de su intervención, para la que se reservó un texto de elaboración propia. «Tenemos ideas, propuestas y equipos», añadió para demostrar que «no somos una hipótesis de futuro sino una realidad presente». «Somos la única alternativa», apuntó y recordó que es la opción que «hoy ya prefieren claramente la mayoría de nuestros conciudadanos».

El líder del partido opositor presentó un proyecto político que calificó «de progreso» y «regeneracionista». «El nuestro no es un proyecto para unos pocos entusiastas sino que aspira a representar al más amplio conjunto de las clases medias y trabajadoras de España», explicó, y anunció que el peculiar debate con expertos sin filiación popular que se ensayó en esta convención de Barcelona tendrá continuidad en foros y seminarios abiertos hasta definir su programa electoral.

Ausencias

Ni un solo invitado abandonó ayer el Palau de Congresos de Catalunya, como ha sido habitual en eventos anteriores. La organización de la cita de Barcelona no incluyó al presidente de honor entre los oradores y, al ser invitado como militante, Aznar declinó la invitación.

Más notorias fueron las ausencias de los presidentes de Madrid y Valencia, Esperanza Aguirre y Francisco Camps. La presidenta madrileña alegó asuntos familiares, y el de Valencia, el compromiso de asistir al primer acto de Fernando Alonso como nuevo piloto de Ferrari.

Como nunca antes había hecho, Rajoy se pronunció sin rodeos en contra de los corruptos y declaró que «la limpieza en la vida pública es una exigencia moral». Recordó que la actividad política es un compromiso voluntario y quien lo abraza debe mantener una actitud «ejemplar». «Traicionarlo -advirtió- supone traicionar la confianza que han depositado en nosotros los ciudadanos y la de nuestros propios compañeros». Con el auditorio viniéndose abajo con los aplausos, reivindicó «la actuación de miles de servidores públicos, de uno u otro partido, que he conocido a lo largo de mi vida». «Ellos me han dado ejemplo de abnegación, trabajo y sacrificio y es mi obligación reconocerlo». «No todos somos iguales», añadió.