Correa intentó sin éxito involucrar a Aznar en su trama corrupta

Colpisa

ESPAÑA

El sumario de la trama revela la insistencia de la red Gürtel en intentar llegar a la familia de ex jefe del Ejecutivo tras ser «desterrados» por Aguirre y Rajoy.

10 oct 2009 . Actualizado a las 21:39 h.

El jefe de la red 'Gürtel', Francisco Correa, Don Vito, intentó sin éxito involucrar a José María Aznar en su trama corrupta cuando el PP de Mariano Rajoy y el equipo de Esperanza Aguirre le cerraron las puertas a partir del 2004 tras comprobar su calaña. Las grabaciones incluidas en el sumario desvelan que el empresario vio en Aznar y su entorno un posible salvavidas a la delicada situación que vivía por entonces, y que coincidió con su salto al mundo inmobiliario. Correa hizo gestiones para que el ya ex presidente intermediara a su favor en los negocios que mantenía en municipios madrileños, pero ni siquiera consiguió que su intermediario contactara con Aznar. La obsesión de Correa por acercarse al ex presidente a través de su yerno, Alejandro Agag, es patente en varios momentos de la investigación, aunque no hay un solo dato en los 17.000 folios «desclasificados» que pruebe que consiguiera el más mínimo trato ventajoso.

La idea de recurrir a Aznar se asienta en la mente de Correa a raíz de que el PP madrileño comenzara una profunda limpia en sus cargos municipales a finales del 2004 al constatar cuán lejos habían llegado los negocios del empresario en los pueblos y en la Comunidad de Madrid. Uno de los municipios depurados fue Majadahonda. Su ex regidor y ahora imputado Guillermo Ortega fue obligado a dejar la alcaldía en febrero del 2005. La salida de Ortega -cuya jefa de gabinete era Carmen Rodríguez, esposa de Correa- puso en peligro el mayor proyecto urbanístico del empresario hasta ese momento: la construcción de Residencial Mar Adriático en Majadahonda, un complejo de 16 viviendas de superlujo, sobre un terreno que en enero de 2004 se compró por 750.000 euros y que medio año después la trama revendió por 4,2 millones. En ese proyecto, según los atestados policiales, Correa había escogido como socio a Jocobo Gordon, responsable de las promotoras Proyecto Twain Jones y Consultoría y Gestión de Inversiones. Gordon era amigo y socio de juventud de Agag y, como Correa, fue uno de sus testigos en la boda con Ana Aznar.

Don Vito confiesa en una conversación grabada por José Luis Peñas, el ex concejal resentido de Majadahonda que denunció la trama a Anticorrupción, que aquel proyecto fue «parado por el arquitecto (municipal) durante un año» y el inspector le obligó incluso a «cortar un trozo de fachada de un piso y a quitar una habitación de otro», lo que demoró aún más la promoción inmobiliaria.

«Se habrían cagado»

Fue entonces, ante la insistencia de los nuevos responsables municipales en auditar aquella obra dudosa, cuando Correa vio la posibilidad de utilizar las influencias de su socio Gordon, pero fue en vano. «Jacobo está todo el puto día con el (ex) presidente (Aznar). Todo el puto verano con el presidente», explica Correa a su futuro delator. «Y este hijo de puta (Gordon) que podía haber levantado el teléfono de Aznar para decir 'dejad de dar por culo con esta puta vivienda'» no ha hecho nada. «Si hubiera hecho eso se habrían cagado» (los responsables del Ayuntamiento de Majadahonda).

El cabecilla de la trama, en esas grabaciones, se muestra muy desilusionado con el amigo de Agag, que según dice le ha «arruinado» y le ha hecho perder más de 200 millones de las antiguas pesetas.

Correa se queja amargamente de que su apuesta por afianzar sus relaciones con la familia Aznar haya sido un fiasco. «Pensaba que era un chaval muy listo, pero ha sido un desastre», confiesa sobre Gordon, quien, asegura, le «ha metido en un lío» que le obligado a pagar entre 2.000 y 3.000 millones de pesetas en indemnizaciones a una cooperativa. Gordon, según las investigaciones, era la opción para sortear el embargo al que le sometía la presidenta madrileña, a la que el empresario hoy encarcelado, en otro momento de las conversaciones, admite que «ha puesto todos los medios para machacar», aunque también si éxito, y a la que culpa de que sus empresas de servicios hayan dejado de facturas más de tres millones de euros anuales.