El PP eleva el tono de su ofensiva y compara España con una dictadura

ESPAÑA

Javier Arenas afirma que «solamente en los países no democráticos se persigue a la oposición»

13 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«Solamente en los países no democráticos, en las dictaduras, se persigue a la oposición, a los adversarios, con fiscales y policías». Con esta declaración, Javier Arenas aumentó ayer aún más el nivel de los ataques del PP al Gobierno, centrados en su presidente. Esto sucedía después de que Mariano Rajoy compareciera anteayer en Pontevedra para avalar, cinco días después, las acusaciones lanzadas por su número dos, Dolores de Cospedal, que denunció una persecución a su partido por parte del Ejecutivo, la policía, los fiscales y los jueces, y el espionaje de sus dirigentes.

El vicesecretario general de los populares utilizó ayer el mismo método que De Cospedal, manifestaciones a través de un vídeo, para acusar a José Luis Rodríguez Zapatero de ser el «máximo responsable» del «clima absolutamente irrespirable» que se está viviendo en los últimos tiempos y que «está atentando contra el espíritu de la transición». Una situación que no se produjo «ni con Suárez, ni con Calvo Sotelo, ni con Felipe González ni con Aznar».

Arenas pidió a Zapatero que «pare la estrategia que está utilizando para ocultar la crisis económica y el incremento espectacular del paro en España». Sobre la presentación de pruebas acerca del supuesto espionaje, dijo que «toda la documentación e información de la que disponemos se está analizando para presentar esas denuncias».

Mientras el PP elevaba el nivel de su ataque, el Gobierno le pedía calma. José Blanco tiraba de retranca e ironía para intentar rebajar la tensión, que coloca a populares y socialistas al borde de la ruptura institucional, y dio una «buena recomendación» a Rajoy, «que «sale de vez en cuando del chiringuito y hace una declaración exagerada, que se relaje y disfrute de sus vacaciones». También aseguró que el PP tiene el «síndrome del espionaje, se espían ellos y creen que todo el mundo hace lo mismo», en referencia al caso de la Comunidad de Madrid.

Fue la única respuesta del Gobierno después de que el líder del PP responsabilizara a Zapatero de montar una inquisición contra su partido y Rubalcaba tildara las acusaciones de infamia gravísima.

Sin pruebas

El ministro de Fomento pidió a Rajoy que no desvíe la atención de sus problemas de corrupción «acusando sin pruebas a los demás» y «no ponga en cuestionamiento el Estado de derecho». Blanco exhortó al PP a poner a disposición del juez cualquier indicio de irregularidad que tenga en su poder. «Ese es el funcionamiento del Estado de derecho y lo contrario es precisamente lo que invoca el señor Rajoy, que el Estado de derecho se aplique según convenga», señaló. Asimismo, acusó al PP de «utilizar una doble vara de medir dependiendo de si sus acusados son de su partido o no».

La dirección del PSOE, a través de Elena Valenciano, acusó a los populares de tratar de «amedrentar a policías, jueces, fiscales y periodistas, contribuyendo a crear un clima de desconfianza hacia el aparato del Estado». La secretaria de Política Internacional aseguró que el partido de Rajoy ha vuelto a la confrontación política porque «se mueve en el clima de la crispación como pez en el agua, perjudicando la imagen de este país».