La trama de corrupción de Correa salpica a la número tres de Rajoy

ESPAÑA

13 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Mariano Rajoy no tiene claro que conozca a Francisco Correa, el presunto jefe de la trama de corrupción relacionada con su partido, no tiene «sensación de conocerlo», nunca ha mantenido una reunión con el empresario encarcelado, aunque «es probable» que lo haya saludado en algún acto. Así lo manifestó ayer, el mismo día en el que nuevas revelaciones periodísticas sobre el caso Gürtel salpicaban ahora a su número tres, Ana Mato, y lo volvían a situar a la defensiva después de varios días de euforia en el PP al conseguir una sorprendente victoria en las elecciones gallegas.

La noticia de que Correa regaló un Jaguar valorado en más de 52.000 euros a Jesús Sepúlveda en 1999, cuando era senador, miembro de la Ejecutiva y secretario electoral del PP, puso en aprietos a la que entonces era su esposa, Ana Mato, una de las personas de la máxima confianza de Rajoy como vicesecretaria de Organización.

Sepúlveda dimitió hace una semana como alcalde de Pozuelo de Alarcón tras ser imputado por el juez Baltasar Garzón, que lo acusa de recibir 422.992 euros de las empresas de Correa. Tanto Sepúlveda como Mato fueron estrechos colaboradores del ex presidente José María Aznar durante muchos años.

El ex regidor aseguró ayer que es absolutamente falso que Correa le regalara el coche, sino que se trató de un cambio del Jaguar por otro vehículo de su propiedad, un BMW 523i, más la diferencia en dinero entre ambos, una cantidad que no precisó. A través de un comunicado remitido por un prestigioso despacho de abogados, señaló que la operación se hizo a instancias del empresario y que la adquisición se materializó mediante «una sociedad suya, por interés suyo».

«No me consta nada»

«No me consta nada, pero en todo caso lo explicará Jesús Sepúlveda», se limitó a contestar ayer Ana Mato, sin entrar en más consideraciones.

El Jaguar no sería el único coche que Sepúlveda recibió de Correa si se comprueba que es cierto lo que dice el propio empresario en una grabación emitida ayer. En ella se queja de que el ex alcalde le debía un Range Rover valorado en unos 84.000 euros y «todos los demás viajes de los dos últimos años». Correa protestaba, al parecer, ante el actual tesorero nacional del PP, Luis Bárcenas, porque Sepúlveda le había prometido que le iba a dar «una obrita o algo» y no lo cumplió. Este todoterreno aparece en el auto en el que el juez Garzón imputa al ex alcalde como parte de los presuntos pagos recibidos por la red de Correa.

En su comunicado, Sepúlveda asegura que también son falsos todos los hechos recogidos en el auto, y garantiza que todas las «falsas imputaciones» de las que ha sido objeto serán «puntualmente esclarecidas en el procedimiento ante el órgano judicial competente para su conocimiento, y en el modo que resulte procedente, sin perjuicio de las acciones que correspondan como consecuencia de todo ello».

Ni un solo euro al PP

El propio Rajoy no quiso poner la mano en el fuego por el que fue responsable de los actos electorales del PP y se limitó a decir que no tenía «claro que [el Jaguar] se lo haya regalado, eso hay que demostrarlo».

Prefirió centrarse en volver a dejar claro que fue él quien decidió que Correa dejara de trabajar con el PP nacional -aunque lo siguió haciendo con los de Madrid y Valencia- después de que el anterior tesorero, Álvaro Lapuerta, lo informara de que estaba utilizando el nombre del partido para lograr adjudicaciones de contratos en varios municipios madrileños.

Pero, sobre todo, el líder popular puso todo el énfasis en resaltar que el partido nunca ha recibido financiación ilegal de la trama supuestamente dirigida por Francisco Correa. «Esa gente no ha entregado un solo euro al Partido Popular, eso a mí me tranquiliza mucho, lo digo con absoluto conocimiento de causa», aseguró Mariano Rajoy en una entrevista en Radio Nacional de España.