«La cantidad vendida, por poca que sea, hace mucho daño»

I.?S.

ESPAÑA

02 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Albert Caramés, responsable del programa de desarme de la Escuela de Cultura de Paz de la UAB, opina que uno de los principales problemas del comercio español de armas es la falta de transparencia.

-Algunas oenegés califican de «preocupante» la venta de armas a algunos países ¿Cree usted que es así?

-Estoy completamente de acuerdo. Causa mucha preocupación que se exporten armas a sitios donde hay conflictos armados, y aunque hay una ley bastante sólida, no se cumple en todos los casos.

-¿Es preocupante aunque esta venta represente solo una pequeña parte del total?

-Lo es, mucho más allá de la cantidad, que por poca que sea, hace mucho daño. Por ejemplo, en el 2004 detectamos una venta de 8.000 euros en armas ligeras a Sudán. En dinero no es mucha cantidad, pero el coste humano del uso de esas armas es enorme. Y en el mercado ilícito el precio se dispara. Lo que importa no es la cantidad que se vende, sino el destino.

-¿Es transparente el Gobierno con la información que suministra?

-Hay una falta de transparencia generalizada. La junta que aprueba o deniega las licencias se reúne en secreto y se acoge a la ley de secretos de Estado, por lo que no hay acceso a las actas. No sabemos entonces qué se vende exactamente, ni bajo cuáles criterios.

-Hay armas «de caza o deportivas» que se exportan principalmente a particulares en África. ¿Es posible que terminen en manos de grupos armados?

-Es un aspecto difícil de controlar y no se puede afirmar con exactitud, pero España es el segundo exportador de municiones al África subsahariana. La porosidad de las fronteras y los datos de algunos informes apuntan a que las probabilidades de que esas armas terminen así son muy elevadas.

-¿Las leyes sobre comercio de armas son suficientes para controlar su uso? ¿Cumple España con la ley?

-La ley y el código de conducta de la UE establecen ocho criterios, según los cuales no se puede exportar material de defensa a determinados sitios. Y estos criterios en este país no se están cumpliendo.

-¿Es posible conocer el uso final que se le da a lo exportado? ¿Puede Zapatero afirmar que Israel no ha matado a palestinos con las armas españolas?

-Eso no se puede asegurar ni en un sentido ni en otro. Es imposible saber si por ejemplo Israel lo ha hecho o no. Los informes de exportación detallan el destinatario final, como fuerzas armadas o empresas privadas, pero no es posible conocer el uso exacto que se les da.

-¿Es esto coherente con el discurso de paz que da el país?

-No solo no es coherente, sino que España está incumpliendo la legislación al exportar armas a países en conflicto. La exportación de armamento en este contexto crea tensiones y no fortalece las relaciones.

-¿Seguirá en aumento la venta de armamento español?

-Es difícil saber como se comportará la industria en el futuro, ya que depende en buena parte de contratos coyunturales, especialmente en época de crisis.