Los terroristas discutieron con los agentes y les dispararon tras coincidir en una cafetería

Fernando Iturribarría

ESPAÑA

Los guardias civiles, que presumiblemente iban desarmados, participaban en una misión de seguimiento. Un impresionante dispositivo busca en Francia a los etarras que mataron a Raúl Centeno y dejaron a Fernando Trapero en estado crítico.

02 dic 2007 . Actualizado a las 03:18 h.

Un impresionante dispositivo policial busca por tierra y aire en la región de Aquitania a los autores del primer asesinato de ETA en Francia de un agente de las fuerzas de seguridad españolas en servicio. Los fugitivos, dos hombres y una mujer, abatieron a bocajarro de sendos disparos en la cabeza a dos guardias civiles de paisano con los que habían coincidido desayunando en una cafetería de Capbreton (Las Landas). Raúl Centeno resultó muerto en el acto. Fernando Trapero se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Bayona.

La película de los hechos comenzó hacia las nueve de la mañana en la cafetería Les Ecureuilles, anexa al centro comercial que la cadena de hipermercados Leclerc tiene en la localidad balnearia de Capbreton (Las Landas), a unos 25 kilómetros de Bayona. Los guardias civiles Raúl Centeno Pallón y Fernando Trapero Blázquez, madrileños de 24 y 23 años, respectivamente, se habían sentado a una mesa del establecimiento a tomar un café. Los dos agentes, adscritos al Grupo de Apoyo Operativo (GAO) de la Guardia Civil, vestían de paisano y al parecer no iban armados, a falta de confirmación oficial.

En una mesa cercana, a una distancia que permitía escuchar las conversaciones recíprocas, se encontraban ya dos hombres y una mujer tomando unas consumiciones. «No era, por supuesto, un lugar donde estuvieran habitualmente presentes los miembros de la Guardia Civil, sino un lugar escogido al azar», declaró el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien sostuvo la tesis de un encuentro fortuito con un «reconocimiento mutuo».

«No sabemos por qué se han debido reconocer y el resultado es que cuando han salido los guardias civiles han ido detrás los tres etarras», relató. «Al parecer, desde dentro de la cafetería se han escuchado gritos fuera, por tanto ha debido haber una discusión o una conversación», añadió el ministro.

El atentado se produjo hacia las nueve y veinte cuando los agentes Centeno y Trapero se disponían a subir a su automóvil, un coche camuflado con matrículas atribuidas al Ministerio del Interior francés, que se encontraba estacionado en un aparcamiento contiguo. Sin que se conozcan las circunstancias exactas del episodio, los dos etarras varones dispararon una bala a bocajarro en la cabeza a cada uno de los dos agentes y acto seguido se dieron a la fuga en un vehículo que iba conducido por la mujer.

Los tiros no fueron escuchados por los demás agentes que participaban en el operativo ya que se encontraban desplegados a bastante distancia en otros puntos del sector sometido a vigilancia. Empleados y clientes de establecimientos del complejo comercial, alertados por el ruido de los disparos, vieron a los agresores huir a bordo de un Volkswagen Golf gris matriculado en el departamento de Gironda.

El turismo, robado en febrero en Burdeos, apareció abandonado en la localidad de Saint-Sever (Las Landas), en cuyo casco urbano el comando se apoderó de otro automóvil, un Peugeot 307, a punta de pistola. La conductora, una mujer joven a la que obligaron a viajar con la cabeza oculta bajo una prenda de vestir, fue liberada unos kilómetros más hacia el norte. La dejaron atada a un árbol en un bosque perteneciente al término municipal de Saucats (Gironda), a una quincena de kilómetros al sur de Burdeos.

Vehículo con explosivos

Dentro del Golf abandonado se encontró una cantidad de explosivo que a última hora de ayer no había sido determinada. Las fuerzas de Gendarmería y policía galas desplegaron un importante dispositivo de búsqueda y persecución de los fugitivos con medios terrestres y aéreos. Apoyadas por varios helicópteros, las fuerzas de seguridad instalaron controles en Las Landas, Pirineos Atlánticos, Dordoña, Gironda, Lot y Garona así como Poitou-Charentes. «No perdemos la esperanza de detener a los terroristas en las próximas horas», señaló un responsable de la investigación.