Unidad fiscal, castigos para los incumplidores y nada de eurobonos, la receta del tándem
06 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Merkel y Sarkozy ya tienen claro cómo van a refundar Europa. Austeridad, austeridad y más austeridad son los tres ingredientes que han empleado para cocinar la receta que servirán a sus socios en la cumbre del viernes. Ni suflé ni chucrut. Lentejas. Hasta mañana no se las darán a probar al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Pero, al olor de los detalles avanzados ayer por el eje francoalemán, ya podemos hacernos una idea de cómo saben. A rayos, a tenor de los descomunales sacrificios que habrán de hacer algunos países (España, desde luego), para poder compartir mantel con Francia y Alemania. En principio, la mesa está preparada para 27 (todos los socios de la UE), pero puede que solo acaben sentándose 17 (los de la eurozona) y «todos cuantos quieran sumarse» al festín, en palabras del presidente francés, que, por mucho que se empeñe en disimularlo, en esta particular cocina tiene mucha menos mano que la alemana.
La idea es que el nuevo tratado, que sustituirá al de Maastricht, esté listo en marzo del año que viene. Deberá ser aprobado con una mayoría cualificada del 85% y no por unanimidad, para impedir el veto de los refractarios. Los que aquí se recogen son sus fundamentos.
Rigor presupuestario (gana alemania)
Límites constitucionales al déficit y la deuda y sanciones para los incumplidores. Todos los países que se adhieran al tratado deberán recoger en su Constitución normas de control presupuestario. Y los que se salten a la torera los límites establecidos (la regla de oro es que el déficit no supere el 3 % del PIB) serán sancionados de manera automática. De ello se encargará el Tribunal Justicia Europeo, que, sin embargo, no podrá anular Presupuestos nacionales. Serán los Tribunales Constitucionales de cada país, los que vigilen que las cuentas se ajustan a la ley.
No a los eurobonos
(gana alemania)
Cada uno que aguante el palo de su deuda. Las emisiones de deuda conjunta de los países miembros, los famosos eurobonos, no son «en ningún caso» una solución para la crisis. Cada uno que cargue con sus deudas.
Fondo de rescate
(empate)
Se adelantan los plazos. El Fondo de Rescate Permanente comenzará a funcionar a mediados del 2012 y no en el 2013, como estaba previsto. Es el mecanismo que sucederá al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera. Ese que debía llegar al billón de euros y sobre el que todavía no hay acuerdo.
Banco Central Europeo
(Gana alemania)
Ni una sola mención a la posibilidad de que juegue un papel más contundente. Puede que ayer el presidente francés insistiera en que está «extraordinariamente de acuerdo» con Merkel en que el BCE es una instancia completamente independiente y en que no se deben comentar las decisiones que adopten los miembros de su consejo, ni para bien ni para mal. Pero, todo el mundo sabe que Sarkozy, presionado por las amenazas de pérdida de la triple A que pesan sobre Francia, soñaba con que el Banco Central Europeo se mojase y jugara un papel mucho más activo en la solución de la crisis.
Acreedores privados
(Gana francia)
«Lo de Grecia no se repetirá». Los inversores privados ya no tendrán que arrimar el hombro como ha sucedido en Grecia (donde han tenido que aceptar una quita voluntaria del 50 %). En el caso de que se produzca una reestructuración de deuda, se seguirán las normas del FMI. No habrá, por tanto, una norma especial para Europa como quería Merkel.
Gobierno económico
(empate)
Reuniones mensuales. El consejo de presidentes de Gobierno y jefes de Estado será el gobierno económico de la zona euro. Sus miembros se reunirá todos los meses. Al menos mientras dure la crisis. En el orden del día ha de figurar siempre la lucha por el crecimiento.