El mal tiempo fue determinante ayer en el arranque de la campaña del bou de vara. La jornada se saldó con escasas capturas, hasta el punto de que en la lonja de Cambados solo se subastaron 990 kilos de volandeira, cuando lo normal es vender entre 3.000 y 3.500 kilos. Tampoco en Rianxo la flota regresó boyante de mercancía: apenas 300 kilos de esta especie. También es cierto que solo salieron al mar 15 de las en torno a medio centenar de embarcaciones con pérmex para esta arte y que trabajaron al abrigo de un polígono de bateas, pero aún así ni siquiera lograron reunir la mitad del tope que tenían asignado (50 kilos por marinero y día).
Al menos la escasez se tradujo en buenas cotizaciones. En Cambados, la volandeira, que se destinó en su totalidad al mercado en fresco, se vendió a precios que se sitúan en la horquilla de los 3 a los 5,70 euros. Mejor les fue a los rianxeiros, que llegaron a colocar la más cara a 6,15 euros el kilo.
Chopo, raya y nécora
En Cambados también se subastaron alrededor de 160 kilos de chopo, que se pagó muy bien, entre 6,30 y 21,75 euros, y otros 160 de raya.
Menos suerte corrieron otras especies objetivo de esta flota. La nécora, por ejemplo. Los de Rianxo solo consiguieron sacar a subasta 50 kilos y la más cara no pasó de 5,15 euros, una cotización que, según explicaron los profesionales, suele corresponderse con la más baja del mes de diciembre y nunca la más elevada en el inicio de la temporada. Ahora bien, no se consuela el que no quiere: «Hoxe non é un bo día para valorar o arranque da campaña porque houbo temporal e non puidemos traballar no canal, non sabemos canta volandeira haberá», dijo José Antonio Ordóñez, responsable del colectivo del bou de vara.
Por otra parte, en Cambados y O Grove subastaron ayer centolla, con precios más bajos que los del año pasado: de 7 a 13,8 en O Grove y hasta 15,55 en Cambados.