Madrid amnistía a toda la flota irregular, pero les veta las ayudas hasta que aporten bajas

e. abuín REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

30 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Es una amnistía en la práctica. El Gobierno ha flexibilizado tanto los requisitos para la regularización de la flota, que no hay ninguna embarcación de las 2.140 gallegas que se presentaron al proceso abierto en el 2007 que vaya a tener que ser dada de baja porque no pueda cumplir los requisitos. Así lo aseguró ayer Alicia Villauriz, secretaria general del Mar, que ayer explicó en A Coruña la recta final del trámite.

La disposición adicional que modifica la Ley de Pesca Marítima ampliará los plazos que se habían marcado para hacer que coincidan lo que figura en los papeles de la embarcación con las características de la que realmente está amarrada en puerto. Suprime además la exigencia de encontrar bajas con las que compensar los excesos de tonelaje y potencia que operen en el mismo puerto y en idéntico caladero, elimina el requisito de que un único desguace solo pueda servir para diez embarcaciones irregulares y acepta que se sometan al proceso barcos que ya se beneficiaron de una amnistía anterior.

Tres meses después de que entre en vigor la nueva ley, los propietarios de los barcos tendrán que reconfirmar su interés por regularizarse y empezar a aportar las bajas de tonelaje y potencia. «Si las encuentran y las aportan, quedarán absolutamente regularizados; si no las encuentran, se actualizarán los datos de la hoja de asiento, pero no podrán acceder a ayudas públicas hasta que compensen los excesos», explicó Villauriz.

La secretaria general del Mar justificó la negativa de Medio Marino a aceptar la sugerencia de la Xunta de incorporar aquellas solicitudes que se presentaron fuera de plazo, más allá de diciembre del 2007, en que «abrir el abanico sería un retraso injustificado». Lo que se pretende es finiquitar lo antes posible el proceso que se viene arrastrando desde el 2007.

Villauriz subrayó la importancia que el proceso tiene para Galicia, puesto que tenía amenazadas con la baja automática a 1.136 embarcaciones, la mayoría artesanales. Precisamente por esa preponderancia en el número de expedientes, la Consellería do Mar lamentó no haber sido invitada a la reunión.