Francia y Alemania fusionarán sus astilleros para liderar el sector

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

El consorcio francoalemán aspira a copar el mercado naval europeo

20 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

En plena crisis de la construcción naval y mientras países como España, Portugal o Polonia abandonan a los astilleros a su suerte, Alemania y Francia, dos de los mayores productores europeos, apuestan por hacerse fuertes en el sector. Ambos países han sentado ya las bases para comenzar a tramitar este otoño la creación de un consorcio europeo de construcciones navales a partir de una fusión de activos entre la firma alemana ThyssenKrupp y la francesa DCNS, según recoge el periódico Financial Times Deutschland.

Círculos políticos y empresariales del sector consultados aseguran que se trata de una vieja aspiración europea que ahora ha retomado la alianza francoalemana, a modo de salvavidas para el sector, bajo la fórmula de un astillero único, idea que la canciller de Alemania, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, han tratado en más de una ocasión.

Para Berlín y París sería el mayor proyecto de cooperación industrial desde que se fundó el EADS, el consorcio aeroespacial europeo. Ejecutivos de ThyssenKrupp (una de las principales empresas industriales de Alemania y la mayor productora mundial de acero de alta aleación y máquinas procesadoras de metal), y de la francesa DCNS están ya en el proceso.

El consorcio naval ideado por Merkel y Sarkozy aspira a copar el mercado europeo, liderado por Noruega (67 buques en cartera), aunque por escaso margen, ya que la suma de los pedidos en cartera de Alemania y Francia, que sí disponen de ayudas, da 36 unidades.

¿En qué posición dejará a España el futuro consorcio francoalemán? Según el informe de la sociedad de clasificación Clarksons, con datos al cierre del 2010, España era todavía una de las principales potencias europeas en construcción naval, con 37 buques contratados. Pero la capacidad del sector se ha visto diezmada, tanto en producción como en mano de obra, a medida en que se han ido haciendo efectivas las entregas y no han entrado nuevos pedidos. «El sector se ha ido debilitando, y el golpe asestado por el bloqueo del tax lease nos deja fuera de juego frente a la competencia», reiteran los empresarios navales gallegos, que descartan la opción de una alianza entre los astilleros españoles para ganar peso frente a un mercado escaso y adverso.

Frustrada fusión gallega

En el caso de los constructores privados gallegos, la idea de una alianza también ha estado sobre la mesa en más de una ocasión. La última fue en el 2005, justo antes del bum del naval que saturó las gradas de los astilleros. La iniciativa entonces partió de Hijos de J. Barreras y la propuesta consistía en que la propia Barreras, junto con Armón, Freire, Cardama, Vulcano, Metal Ships, Astilleros Navales, MCíes (ya desaparecida) y Factoría Naval de Marín llegaran a formar un holding con la intención de reforzar su capacidad competitiva frente a los potentes países asiáticos como China, Corea, Japón, Turquía o la India.

El acuerdo no era sencillo, ya que los principales astilleros de la ría de Vigo son propiedad de sagas familiares reacias a la creación de un grupo de construcción naval que los aglutine. En una segunda fase, la cooperación llegaría a un intercambio accionarial que permitiese también la concentración y modernización de los centros de producción para levantar un gran astillero. La iniciativa no encontró apoyos.