El vehículo eléctrico patina en su entrada al mercado gallego

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

En lo que va de año solo consta una unidad matriculada, en A Coruña

24 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El 2008 pasará a la historia como el año de las previsiones fallidas del Gobierno. También en lo que se refiera a la industria del automóvil. Por aquella fecha, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, marcó el objetivo de 70.000 vehículos eléctricos circulando por las carreteras españolas en el 2012. A un año de la fecha señalada, el parque de coches cien por cien enchufables no supera las 600 unidades en el país: 400 vendidas en el 2010 y 200 más desde enero. El balance de Anfac permite deducir que la introducción de la motorización será mucho más lenta de lo previsto no solo por el Ministerio, sino también por los fabricantes.

De esos 600 solo uno está matriculado en Galicia (en A Coruña), según el registro de Anfac (Asociación Nacional de Fabricantes de Coches) con datos actualizados hasta mediados de junio. Hay más coches eléctricos rodando por la comunidad, pero se trata de modelos registrados por las marcas en Madrid para el uso de instituciones públicas. En todo caso, y según datos de los concesionarios, no supera la decena entre las cuatro provincias.

Demasiado caros

¿Por qué no avanza el coche eléctrico en el mercado? Los concesionarios consultados explican que la crisis del consumo familiar, unida sobre todo a sus altos precios de estos vehículos (por encima de los 30.000 euros en los pocos modelos disponibles) al tratarse de las primeras marcas lanzadas por los fabricantes, ha retraído las matriculaciones, a pesar de la existencia de ayudas directas a la compra de este tipo de coches de entre 5.000 y 7.000 euros. Pero hay un problema añadido: esas ayudas a día de hoy están paralizadas.

El Gobierno aprobó el pasado 6 de mayo la concesión de 72 millones de euros en incentivos a la compra de eléctricos, y un paquete de paquete de bonificaciones complementarias para favorecer la recarga en las horas de la madrugada. El Ejecutivo estableció que la gestión de las ayudas se tramitaría a través de una entidad colaboradora, para cuya elección se estableció un procedimiento sometido a los principios de publicidad, concurrencia, igualdad y no discriminación, es decir, un concurso para la designación de la entidad. El sector se da por seguro que será la Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil (Fitsa), pero nada hay decidido.

Este plan de incentivos para la adquisición del vehículo eléctrico era, a juicio del Gobierno, una prolongación de las subvenciones del Plan Movele, y tiene fecha límite en el último día noviembre, una fecha no comprendida por el sector, que esperaba el 31 de diciembre.

Fuentes de los concesionarios han mostrado su preocupación por el retraso que ha sufrido este proceso de ayudas, por considerar que es la causa directa de que exista un gran número de operaciones bloqueadas y, consecuentemente, una gran suma de dinero inmovilizada.

Otro inconveniente que obstaculiza la salida al mercado de los eléctricos es que no existen unidades de prueba en los concesionarios y la venta se realiza por catálogo. El tiempo medio de espera es de 4 meses.