Galicia tiene 31.000 subsidiados más que trabajadores en activo

Miguel Á. Rodríguez REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

La desproporción ha crecido un 154 % solo en los últimos seis meses

04 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La teoría de la economía imposible amenaza a Galicia, que desde el año 2010 mantiene más personas subsidiadas que trabajadores en activo. Hasta ocho comunidades autónomas viven directamente este problema o están a punto de hacerlo. Asturias, Extremadura y Castilla y León tienen ya más pensionistas que cotizantes. Cantabria está muy próxima a ingresar en esta lista; y Andalucía, Baleares o Valencia llevan una trayectoria similar.

Lo cruel del caso gallego es, por un lado, el espectacular crecimiento del número de personas que viven con subsidio y, por otro, el envejecimiento poblacional que hace casi imposible resolver el problema a corto y medio plazo. El azote del paro ha terminado de agravar la situación, hasta el punto de que en los últimos seis meses la desproporción entre cotizantes y pensionistas aumentó un 154 %.

En noviembre del pasado año, la comunidad autónoma contaba con 1.005.776 trabajadores en activo. Sus cotizaciones a la Seguridad Social hacían ya imposible pagar sin acudir a la solidaridad interterritorial a los 1.017.946 beneficiarios de alguna prestación (subsidios de desempleo o pensiones tanto contributivas como no contributivas).

El problema hoy es mayor. Con datos a 30 de mayo del 2011, Galicia tiene únicamente 988.342 trabajadores en activo (cotizando), frente a los 1.019.342 ciudadanos subsidiados en las cuatro provincias. Es decir, de una desproporción de 12.170 pensionistas más que cotizantes se ha pasado a otra de 31.000; se ha multiplicado por 2,5. Y sin perspectivas de que opciones como la inmigración reduzcan el envejecimiento poblacional o sirvan para estimular el mercado de trabajo.

La comparación con la media española es trágica. En todo el país existen no más de 70 personas subsidiadas por cada cien trabajadores en activo. En el caso gallego, cada cien cotizantes atienden a 103 pensionistas.

El resultado práctico es que Galicia necesita cerca de 2.000 millones de euros extras para pagar a sus pensionistas. Los trabajadores gallegos generan con sus cuotas a la Seguridad Social algo menos de 5.000 millones al año. Y los subsidiados están consumiendo hoy cerca de 7.000 millones cada doce meses.

Sin soluciones

Lo peor, además, no es la cifra, sino la tendencia. Con un Estado implicado necesariamente en la austeridad, y una estadística de parados que no deja de crecer, las posibilidades de actuar por la vía de los gastos son cada vez menores. El Gobierno central mantiene su compromiso de mejorar las prestaciones como elemento de cohesión social básico. Pero por un lado las sucesivas reformas laborales inciden en recortar el tiempo máximo para percibir subsidios como el de desempleo. Y por otra parte, leyes como la de dependencia consumen todos estos teóricos ahorros.

Por la vía de los ingresos, a falta de que el mercado laboral se recupere, la única opción es aumentar las cotizaciones, aunque hasta Bruselas desaconseja esta opción por el riesgo que conlleva de bloquear el consumo de las familias.