Mar prohíbe su captura desde el próximo viernes hasta el 4 de julio
21 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El pulpo gallego fresco estará ausente de las plazas de abastos y de la cesta de la compra desde el próximo viernes, 27 de mayo, hasta el lunes 4 de julio. El Diario Oficial de Galicia publicó ayer la orden por la que se fijó la veda del cefalópodo para este año. El documento especifica que las nasas del pulpo tendrán que ser levantadas y llevadas a puerto a las 16.00 horas del viernes, y no podrán volver a calarse hasta las seis de la mañana del 4 de julio.
La Consellería do Mar estableció esa prohibición con el beneplácito de las tres federaciones provinciales de cofradías y de la Confederación gallega. La Xunta cree que la medida permitirá obtener resultados positivos sobre el estado del recurso, garantizando la protección y regeneración de la especie.
La consellería indicó ayer que sus decisiones se tomaron en base a estudios técnicos. La veda se refuerza con otras medidas como la talla mínima, los topes de capturas, el número de nasas y la reducción del esfuerzo a través de un horario de trabajo limitado. Desde la Administración autonómica se recordó ayer que el pulpo ya fue sometido a un plan de recuperación específico en años anteriores.
Esta pesquería se organiza a través de planes de gestión anuales, por lo que sus vedas se fijan de forma variable atendiendo al estado del recurso y las necesidades del sector. La prohibición que comenzará el próximo viernes es de aplicación tanto para la flota profesional como para la de recreo.
Bueu es la base de una de las mayores flotas de barcos con nasas del pulpo. Su patrón mayor, José Manuel Rosas, es partidario de la veda y así lo defendió ante una asamblea del pósito donde la propuesta fue rechazada por un estrecho margen, aunque al final se aplicará tras el acuerdo de las federaciones con Mar.
Apurar las capturas
A pie del muelle, los barcos apurarán estos días las capturas. Uno de los afectados, José Blas Cruz Ferradás, tripulante del Tres Marinos, ejemplifica la división con la que el sector acoge la medida. «Por un lado, a veda está ben feita porque o polbo pequeno medra e cando volvamos pesará máis. O malo é o prezo, porque o grande está a case oito euros e o pequeno a seis ou seis e medio, e cando volvamos a traballar non vai ser así. Baixará».
En junio, los armadores aprovecharán para poner al día los barcos, mientras que los trabajadores quedarán en paro. Todos esperarán el regreso al mar para comprobar si se cumplen las expectativas. Por ahora, este año es «bastante mellor» que los últimos, según Cruz Ferradás.
«A veda está ben, porque o polbo pequeno medra, o malo é o prezo que é alto e logo baixará»
José Blas Cruz Ferradás