Del «váyase» al «quédese, señor presidente» en solo tres meses

La Voz

ECONOMÍA

27 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Los 42 invitados a la reunión (40 representantes de las más grandes empresas del país y los presidentes de la CEOE y de Anfac, patronal de la automoción) fueron llegando a cuentagotas a la Moncloa a partir de las 9.30 y con pocas ganas de saludos, a excepción del presidente del Santander, Emilio Botín.

Mercadona o Cepsa, que no acudieron a la reunión de noviembre, sí estuvieron ayer, junto con otras cinco nuevas invitadas: Enagás, Acerinox, Arcelor Mittal, CAF y Amadeus. Grifols, Riu y Ebro Foods no asistieron por problemas de agenda.

Lo que llamó la atención fue el tono radicalmente diferente del encuentro. Si en noviembre la visión de Zapatero como un lastre para la recuperación de la economía era la dominante, ayer fue todo lo contrario. La mayoría consideraba que el presidente debía callar sobre su futuro para no perturbar a los mercados, puesto que ha demostrado que asumirá cualquier exigencia de reforma, por impopular o dura que sea. Y, por supuesto, nada de elecciones anticipadas. Incluso hubo quien, como Villar Mir, llegó a decirle a Zapatero que él sería el mejor candidato.