El dueño de la nuclear japonesa es el mayor inversor nipón en Galicia

Miguel Á. Rodríguez LA VOZ / REDACCIÓN

ECONOMÍA

Tepco y Toyota se gastaron 410 millones en 535 MW eólicos a través de Eurus

20 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La comunidad gallega está más próxima de lo que parece al desastre de Japón. Y también más afectada de lo que podría aparentar en sus posibilidades de atracción inversora. La multinacional Tepco, propietaria de la central nuclear de Fukushima, es actualmente y desde el año 2005 el mayor inversor nipón en Galicia, donde mantiene una gran presencia en el sector eólico. Tokyo Electric Power Company es la cuarta eléctrica del mundo, con un valor de mercado que ronda los 1.300 millones de euros, por detrás de las alemanas E.On y RWE, y de la francesa Electricité de France (EDF).

En Galicia controla directa o indirectamente 535 megavatios eólicos a través de las firmas Eurus y Eurovento. Tepco mantiene el 60% de la primera, mientras otra multinacional nipona, Toyota, es dueña del 40% restante. A su vez, Eurus posee el 50% de Eurovento, donde comparte propiedad con Acciona Energía, la filial de renovables del grupo que preside José Manuel Entrecanales.

De los 535 megavatios bajo su control, 460 están ya en funcionamiento y otros 75 están autorizados y pendientes de desarrollo con unas inversiones que ahora están más amenazadas que nunca. A través de Eurovento, Tepco es también propietaria de otros 100 megavatios en Asturias.

La Tokyo Electric Power aterrizó en Galicia en el año 2005, para reemplazar a otra firma japonesa en apuros, Tomen Power, una de las fundadoras de Eurovento en 1996, junto a la americana Seawest. La Tomen llegó a estar incluida entre las quince empresas más importantes del mundo. Pero desde el 2003 sufrió problemas internos que la llevaron a realizar fuertes desinversiones. Al rescate de su filial energética acudieron dos vecinas, Tepco y Toyota, que de esta forma se hicieron en el 2005 con todos sus megavatios en Galicia, entonces ya controlados a través de Eurus.

Tepco, 250 millones; Toyota, 160

La inversión directa de Tepco en la comunidad autónoma ronda los 250 millones de euros, mientras que Toyota aportó en este tiempo cerca de 160 millones más en Galicia, en gran medida dentro del sector eólico, pero también a través de la automovilística Denso, implantada en O Porriño para la fabricación de componentes de automoción, y uno de los principales proveedores de la planta de PSA Peugeot Citroën en Vigo. Denso, controlada por Toyota, mantiene su central española en Barcelona. En total, las dos firmas se han gastado en tierras gallegas cerca de 410 millones de euros. Y solo en el sector eólico siguen pendientes de invertir otros 90 millones más, para materializar los 75 megavatios autorizados y no instalados.

La Tokyo Electric Power Company no ha sido solo el motor que arrastró a Toyota a clavar su mirada en Galicia, de la mano del sector eólico. Fuentes empresariales confirmaron que fue su entrada en la comunidad la que arrastró a la multinacional nipona de los automóviles a elegir Galicia como uno de sus polos de crecimiento para su filial de componentes, cuestión para la que también tuvo un peso decisivo el alto grado de maduración del sector auxiliar del automóvil en Galicia.

Pero Tepco también ha actuado como animador para otro gigante nipón relacionado con la automoción. Mitsubishi, que ahora está pendiente de decidir si instala o no en Galicia la mayor planta de baterías de litio proyectada hasta el momento en Europa, lleva años colaborando con Navantia, a la que llegó igualmente arrastrada por el sector eólico y la presencia japonesa en este ramo de actividad gallego.

Mitsubishi cuenta con una amplia experiencia en la fabricación de turbinas, tanto eólicas como para motores (coches y barcos). De este modo se convirtió en uno de los principales proveedores del astillero ferrolano para las turbinas de sus buques. Y de la mano de Tepco tenía previsto participar en un proyecto industrial asociado al reciente concurso eólico de la Xunta. A través de Eurus, Tokyo Electric solicitó 348 megavatios que no le fueron concedidos. En su compromiso industrial figuraba la creación en Navantia de una sección de turbinas para aerogeneradores, de la que Mitsubishi iba a ser el socio industrial exclusivo.