La CECA entregará a Salgado un plan B para salvar a las cajas

M. Á. Rodríguez / M. J. Alegre REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Piden que se ablanden las exigencias y ampliar los plazos para cumplirlas

13 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las cajas de ahorros preparan a la desesperada su última ofensiva para detener los planes de bancarización trazados por el Ministerio de Economía en el sector financiero. La CECA trabaja contrarreloj para entregar mañana mismo a la vicepresidenta tercera del Gobierno, Elena Salgado, un plan B alternativo al cuadro de exigencias de capital anunciado por el Ejecutivo en una carta remitida a principios de semana.

La intención es ofrecer una salida a las que tienen mayores dificultades para cumplir los requerimientos de solvencia, flexibilizando en alguna medida las exigencias y, sobre todo, ampliando los plazos de capitalización. En esencia, la patronal de las cajas quiere que el Gobierno regrese al terreno «de lo posible» y permita dos cosas: de una parte, rebajar «dentro de la lógica» el listón impuesto y permitir que algunas entidades (entre las que muy probablemente estaría la gallega) no se vean obligadas a salir al mercado; y por otro lado, extender los planes de capitalización a diciembre, y no hasta septiembre como quiere la ministra.

En general, las entidades, entre ellas Novacaixagalicia, exploran ya caminos alternativos, que van desde un nuevo proceso de fusiones hasta la alianza con una entidad bancaria ya existente; pasando por una bancarización con inversores externos o una salida a Bolsa. Pero las cajas confían en que esta última semana de negociaciones pueda servir para ablandar el escenario, calificado de «durísimo» por muchas de ellas.

En la CECA están convencidos de que todavía hay margen de maniobra y preparan un intento final para que la norma ensanche los huecos del filtro con el que se medirá la solvencia de las entidades que no opten por ser bancos cotizados. Ciertas precisiones en los conceptos de capital principal y de lo que se entiende por recurso al mercado mayorista pueden sacar de la lista a potenciales candidatos a la nacionalización forzosa.

A las cajas se les exige que su capital principal -capital, reservas, primas de emisión, intereses minoritarios, ayudas del FROB y, transitoriamente, los bonos obligatoriamente convertibles en acciones, una suma a la que habría que restar pérdidas, activos inmateriales y los ajustes derivados de una menor valoración- sea equivalente a los activos ponderados en función del riesgo asumido. Esta definición, apuntada por Economía, permite variadas interpretaciones según la CECA.

Peticiones de última hora

El otro resquicio abierto reside en la exigencia de un coeficiencia de solvencia del 10% a las entidades que obtienen en los mercados mayoristas el 20% o más de la financiación que proporcionan a sus clientes. Una mayor concreción de lo que se considera «financiación mayorista» también dilataría los agujeros del filtro.

Entre otras consideraciones, las cajas quieren que se explicite si las reservas destinadas a provisiones, o al menos una parte de ellas, podrían entrar dentro de los requisitos aceptados para engordar el capital principal. Y después insistirán en la necesidad de equilibrar las exigencias entre las entidades de ahorro y los bancos.