Estonia se convierte en la primera república ex soviética de la eurozona

Vida Augustauskene TALLIN/EFE.

ECONOMÍA

02 ene 2011 . Actualizado a las 02:00 h.

Estonia, un pequeño país a orillas del mar Báltico de apenas 1,3 millones de habitantes, inauguró el año 2011 con la adopción del euro, convirtiéndose así en la primera ex república soviética que ingresa en la zona de la divisa común europea. El grupo de países que manejan esa moneda suma ya diecisiete miembros, pero engorda justo cuando atraviesa por uno de los momentos más difíciles desde su creación.

Poco después de la campanada que anunció el advenimiento del año nuevo, el primer ministro, Andrius Ansip, retiró un billete de veinte euros de uno de los cajeros automáticos instalados para la ocasión en el Teatro de la Ópera de Tallin, escenario de los actos oficiales en la capital del país.

En medio de los aplausos de los asistentes, hicieron la misma operación el comisario europeo de Transportes, Siim Kallas, también estonio, y los primeros ministros de Lituania, Andrius Kubilius, y de Letonia, Valdis Dombrovskis, vecinos bálticos que asistieron como invitados de honor a la ceremonia de Tallin.

Billetes

«Nuestras coronas estonias son unos billetes muy bellos, pero desgraciadamente los inversores no tienen tanta confianza en ellos como en el euro», había declarado poco antes en una rueda de prensa el jefe del Gobierno.

Ansip también recordó que Estonia es el país más pobre de la eurozona. «Tenemos mucho por hacer ahora que se alcanzó el objetivo de adherirnos», dijo el primer ministro. El euro es la tercera moneda que manejan sus compatriotas en apenas veinte años, ya que la corona sustituyó a su vez al rublo cuando el país se independizó de la antigua URSS en 1992, en plena crisis del bloque del Este.

El nuevo cambio se celebró ahora con un colorido espectáculo de fuegos artificiales, que Ansip inauguró echando mano de una manida pero certera sentencia: «Este es un paso pequeño para la zona euro, pero un salto de gigante para Estonia».

Con la adopción de la moneda común europea, todos los ahorros de los estonios en coronas fueron convertidos automáticamente a euros de acuerdo con la tasa oficial establecida por el Banco Central de Estonia, de 15,6466 coronas estonias por euro.

La corona, sin embargo, continuará en circulación durante un período de dos semanas, durante el que se espera que los comercios solo den el cambio en euros, a fin de agilizar la transición a la nueva divisa y reducir el coste de mantener dos monedas simultáneamente.

Hungría al mando

Por otro lado, Hungría, que padece una severa crisis política y económica desde que hace dos años tuviera que ser rescatada de la quiebra por sus socios europeos, asumió ayer el mando semestral de la UE, con la crisis de deuda de la eurozona, de la que no forma parte, como principal desafío.

El presidente húngaro, Pal Schmitt, aseguró ayer que el mandato semestral es «una enorme oportunidad para el país». «A partir del 1 de enero, Hungría tendrá la responsabilidad de mejorar la vida no solamente de los húngaros, sino también de cientos de millones de personas en toda Europa», añadió.

La agenda de la Presidencia húngara, que utilizará como eslogan el más bien poco original «Una Europa fuerte», pretende centrarse en la salida de la crisis, el lanzamiento de las negociaciones sobre el presupuesto de la UE para el período 20014-2020 y la integración del colectivo gitano.