Los sindicatos alertan de una nueva huelga general por la deriva de Zapatero
ECONOMÍA
La estrategia diseñada por el Gobierno central para mitigar los efectos de la grave crisis económica que azota a España ha vuelto a colocar a las centrales sindicales en pie de guerra. Los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras en Galicia, José Antonio Gómez y Xosé Manuel Sánchez Aguión, advirtieron ayer en una comparecencia conjunta que con las medidas aprobadas -sobre todo, la retirada de la ayuda de 426 a parados sin prestación- se avecina un conflicto social «tremendo» que podría conducir a un nuevo paro general como el que sufrió el país el pasado 29 de septiembre.
Las centrales consideran que el Ejecutivo central ha cercenado los derechos laborales con la modificación de la normativa en materia de empleo y podría erosionar un pilar básico del sistema de bienestar con la reforma de las pensiones. Tanto UGT como Comisiones alertan de que se está cargando el peso de la crisis sobre los eslabones sociales más débiles, lo que contribuirá a retrasar la salida de la recesión por lastrar la capacidad de consumo de miles de familias.
En su comparecencia conjunta ambos secretarios anunciaron un calendario de movilizaciones en Galicia. Mañana habrá concentraciones de delegados de UGT y Comisiones -coincidiendo con un día de movilización en toda Europa- en A Coruña, Vigo, Lugo y Ourense. El sábado habrá manifestaciones en las mismas ciudades que tendrán lugar todas a las 12.00 horas, con excepción de la organizada en Vigo, convocada para las 18.00 horas.
La eliminación de la aportación económica de 426 euros, según los cálculos de ambas organizaciones, condena a la miseria a «10.000 gallegos», lo que supone actuar como «una suerte de Robin Hood, pero al revés, que quita todo a los pobres para dárselo a los ricos», en palabras del máximo responsable de Comisiones Obreras.
Movilización nacionalista
En términos parecidos ha reaccionado a la política de Zapatero la Central Intersindical Galega (CIG). El sindicato mantiene su estrategia al margen de las organizaciones de ámbito estatal. Xesús Seixo ha alertado de que mientras se mantienen todas las medidas de apoyo al capital financiero, se recortan derechos sociales y se condena a la pobreza a quienes sufren con más dureza una crisis cuyo origen tiene un claro responsable: la especulación financiera.
La CIG ha convocado para mañana concentraciones en todas las oficinas del Instituto Nacional de Empleo para exigir que se mantenga la ayuda de 426 euros para desempleados sin prestaciones.
Los representantes de los trabajadores advierten de que no se puede convertir a los asalariados en paganos de una crisis mientras se mantienen todos los privilegios del entramado financiero porque esto incrementa el conflicto social y dificulta el camino hacia la recuperación económica.