Quienes realizan cursos o piden trabajo en condiciones especiales quedan fuera del cómputo
01 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Los algo más de cuatro millones de españoles que, según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), antiguo Inem, estaban registrados en septiembre como demandantes de empleo no son los únicos desempleados que buscan trabajo. Y es que las estadísticas mensuales que ofrece el Ministerio de Trabajo excluyen de su registro a casi medio millón de parados, mientras que en Galicia esa cifra de desempleados «en el limbo» estadístico se sitúa en una media de 25.000 personas en los primeros nueve meses del año. Enero, con 20.609 demandantes fantasma , fue el mes que menos se registraron en la comunidad, y junio, frisando los 30.000 (concretamente 29.548), el que más.
La explicación a esta brecha numérica entre el cómputo del Gobierno y la realidad está en la orden ministerial que desde 1985 rige los criterios estadísticos para la medición del paro registrado. En la misma -publicada en el Boletín Oficial del Estado el 14 de marzo de 1985- se excluía de la estadística mensual de desempleo, pese a estar efectivamente en paro, a los trabajadores que tenían suspendidos temporalmente sus contratos por un expediente de regulación de empleo o a los que, por el mismo motivo, tuvieran reducida su jornada; a demandantes de trabajo cuya jornada semanal fuese inferior a 20 horas o a quienes buscasen empleo por un período inferior a tres meses.
En los registros del SPEE tampoco se computan los beneficiarios del subsidio agrario, el antiguo PER -identificados como trabajadores eventuales agrarios subsidiados (Teass)-, ni los parados que estén realizando cursos de formación ocupacional (de más de 20 horas lectivas semanales y con beca de manutención) si están inscritos como demandantes de primer empleo. Asimismo, quedan fuera de las cifras oficiales quienes estén buscando trabajo en condiciones especiales, como por ejemplo teletrabajo, empleo en el extranjero, a domicilio o con horario reducido.
Datos más próximos a la EPA
Si las estadísticas computaran a estos demandantes ocultos, en septiembre la cifra de parados registrados habría pasado de los 4.017.763 oficiales a algo más de 4,5 millones, concretamente 4.504.974, una cifra más próxima a la ofrecida por la última encuesta de población activa (EPA), correspondiente al tercer trimestre del año y que situaba en 4.574.700 los desempleados en España.
En septiembre había en el conjunto del país 487.211 parados que no se contabilizaban en los registros oficiales. De ellos, casi 223.000 eran demandantes sin empleo que en su solicitud indicaron que buscaban condiciones especiales de trabajo, mientras que los 264.267 restantes se corresponden con parados que perciben el subsidio eventual agrario o que están realizando cursos de formación.
De visibilizarse en las estadísticas, esta bolsa de desempleados en tierra de nadie (que osciló entre un mínimo de 455.845 en enero y un máximo de 506.861 personas en junio), la cifra oficial de parados no habría estado durante este año en ningún momento por debajo de la barrera psicológica de los cuatro millones, como el Gobierno anunció que había ocurrido entre junio y agosto.
Más de 28.000 gallegos
En el caso de Galicia, para saber la cifra real de parados registrados en los servicios de empleo este último mes habría que sumar 28.141 personas a las 216.095 que recogía la estadística -elevando así el cómputo total por encima de los 244.000-, porque 22.380 demandan empleos de características especiales o con limitaciones y otros 5.761 se encuentran recibiendo cursos, ya que en la comunidad no se percibe el subsidio agrario, una ayuda circunscrita exclusivamente a las comunidades de Andalucía y Extremadura.
Las cifras muestran también que, dentro del colectivo de demandantes de empleo no ocupados (Denos), que incluye a cursillistas y perceptores del subsidio agrario, de los 264.267 registrados en España, las mujeres casi doblan a los varones, pues son casi 176.000 frente a algo más de 88.000. Situación que se invierte cuando lo que se demanda es trabajo de características especiales o con limitaciones.